El ayuntamiento achaca los últimos episodios de mal olor al estiércol agrícola y admite que no puede evitarlos

El edil de Medio Ambiente, Antonio Pastor, ha informado sobre la investigación realizada al respecto de los intensos picos de mal olor que ha sufrido Villena entre el 18 y el 22 de enero, achacándolo al uso de estiércol para labores agrícolas y descartando que procediera de las plantas de residuos.
Pastor confirmaba que el olor venía de “acumulaciones de estiércol ubicadas entre la autovía y la carretera de Caudete, en las zonas de la Casa Lara y la Casa del Padre”, unas acumulaciones que producían el mayor olor “cuando se removían para extraer el estiércol, cargarlo en las abonadoras y mezclarlo con la tierra”.

Además, apuntaba que “no podemos hacer nada, porque es una actividad permitida siempre que el acopio esté a más de 500 metros del casco urbano y la composición del vertido sea legal”, lo que sucede en este caso, pues se trata de una mezcla de estiércol de establo con compost procesado. La única limitación, concluía el edil, “es la del tiempo que pasa entre que se hace el acopio de estiércol y se mezcla con la tierra, y esos plazos se han cumplido, estando por lo tanto dentro de la legalidad”.

Por todo ello, el edil concluye que “episodios esporádicos así son inevitables en una ciudad que tiene una importante actividad agrícola, como es el caso de Villena”.

Presentado el proyecto de gestión de la planta de Vaersa
Por otro lado, el alcalde y presidente del consorcio de residuos, Javier Esquembre, anunciaba que ya se ha registrado el proyecto de gestión de la planta de Vaersa, un documento “al que ahora habrá que hacer aportaciones pero que en cualquier caso supone abrir una nueva etapa para la planta, pues contempla desde las inversiones para cerrar la nave y evitar la salida de olores hasta el plan para buscar nuevas ubicaciones, en un lugar donde no molesten a nadie, una vez se hayan llenado los vasos de la planta de Villena”.

Asimismo, recordaba que el ayuntamiento “ya está estudiando el proyecto de sellado de los vasos ya colmatados para darle la licencia de obras”, un paso más para seguir minimizando el impacto de los olores en la ciudad.