El ayuntamiento de Villena muestra sus condolencias por el fallecimiento de Carmen Alborch
Desde la concejalía de Igualdad, el Consejo por la Igualdad de Género y el movimiento feminista de la ciudad de Villena queremos mostrar nuestras condolencias a la familia de Carmen Alborch y nuestro más profundo pesar por su muerte a la sociedad entera. La Comunidad Valenciana ha perdido una mujer inteligente, culta, lúcida, feminista, alegre, luchadora, amiga... irrepetible.
Carmen Alborch, doctora en Derecho y Profesora titular de Derecho Mercantil, fue la primera mujer Decana de la Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia, Directora General de Cultura de la Generalitat Valenciana y Directora del Instituto Valenciano de Arte Moderno. Ministra de Cultura del Gobierno de España entre 1993 y 1996, Diputada del Grupo Socialista y Presidenta de la Comisión Mixta de los Derechos de la Mujer y de la igualdad de Oportunidades del Parlamento Español.
Como escritora nos dejó reflexiones en sus obras que nos han ayudado a muchas feministas a comprender la sociedad en la que vivimos, a comprendernos como mujeres y, sobre todo, a crecer como personas rompiendo estereotipos limitantes.
Solas: Gozos y sombras de una manera de vivir. Vivir sola no es lo mismo que estar sola, ni sentirse sola ni ser una persona solitaria Creo que mayoritariamente estamos solas porque no nos conformamos. Vivimos acompañadas mientras dura el amor, mientras se mantiene el deseo, mientras sentimos el placer de estar juntos y nos consideramos satisfactoriamente queridas, mientras perduran la complicidad y el respeto.
Malas: Rivalidad y complicidad entre mujeres. Somos malas, pero podemos ser peores, porque aún queda mucho que contradecir. Ya va siendo hora de que dejemos de sentirnos seres para los demás y empecemos a sentirnos seres por nosotras mismas, con nuestra individualidad. ¿Qué ocurre? Que cuando empezamos a comportarnos de esta manera enseguida nos acusan de egoístas, uno de los calificativos más terribles (además del de mala) que se puede utilizar contra una mujer.
Libres: Ciudadanas del mundo. En esta Tierra, aún hay mujeres que no son ciudadanas. En nuestras vidas, en nuestro entorno, a pesar de las libertades formales, hay en el fondo muchas dependencias y sometimientos. A veces se trata de dominaciones encubiertas, difíciles de detectar: éstas pueden ser las peores. Este es un libro lleno de esperanza, contra la vulgaridad y el fatalismo. Lo queremos todo. Y tenemos la legítima e ilimitada aspiración no excluyente a lo bueno y lo bello.
El feminismo ha mejorado la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas. Debería ser declarado patrimonio inmaterial de la humanidad.
Gracias Carmen por ser ejemplo, por abrir camino.
Catalina Hernández Menor
Concejala de Igualdad