El ayuntamiento desarrollará una batería de proyectos por valor de 1.900.000 euros antes de las próximas elecciones

Este miércoles, 1 de agosto, a las 12 horas, tiene lugar un pleno extraordinario en el que, entre otras cuestiones, se aprobará provisionalmente la modificación de crédito necesaria para poder facilitar la inversión de 1.900.000 euros procedentes del remanente presupuestario en las llamadas Inversiones Financieramente Sostenibles.
De momento, explicaba el alcalde, el pleno dará vía libre a 18 proyectos por un importe total de 1.796.000 euros, a falta de concretar alguna otra inversión más adelante. Entre otras actuaciones, se contempla el arreglo del techo del mercado de abastos, la urbanización de las calles Francisco Bravo y adyacentes, la mejora de la accesibilidad y la seguridad entre el barrio San Francisco y el entorno de la rotonda de la Losilla, la mejora de la eficiencia energética en el centro histórico, el mantenimiento de colegios públicos, la mejora de la iluminación en La Solana, la rehabilitación del museo de Sierra Salinas, el arreglo del parque infantil de la Plaza del Rollo y la instalación de juegos adaptados en el parque Martínez Olivencia o la compra de nuevas barredoras y sopladoras (eléctricas, que hacen menos ruido) para el servicio de limpieza.

Dichos proyectos recogen muchas de las propuestas aprobadas en los presupuestos participativos, como el llamado “pulmón verde”, que se desarrollará en los terrenos ubicados entre el parque canino y el IES Hermanos Amorós, “primer paso para convertir aquellos terrenos en una zona verde mucho más amplia”, decía el alcalde, que añadía que a estas actuaciones se sumarán otras financiadas al 50% gracias a los fondos EDUSI de la UE, como la rehabilitación de dos viviendas de titularidad pública en el casco histórico a fin de albergar servicios municipales en el futuro o el arreglo de algunos tramos de escalera con ajardinamiento incluido en el Rabal, al igual que se hizo en la subida de Santa Bárbara.

Esta modificación de crédito tendrá que salir a exposición pública, ser ratificada y posteriormente sacar a licitación antes de final de año las diferentes obras, que deben ejecutarse a lo largo de 2019. Aunque en ocasiones anteriores gobierno y oposición llegaron a consensuar en parte estas inversiones, en esta ocasión no ha sido así. “Teníamos obligaciones, como incorporar las propuestas de los presupuestos participativos y alguna actuación que hay que hacer sí o sí, y por lo tanto el margen de negociación ha sido mucho menor”, concluía el alcalde, admitiendo que “no es lo más correcto, pero no hemos tenido margen para hacerlo”.