El ayuntamiento instalará ‘puntos lilas’ en las parroquias de Villena
La concejalía de Igualdad, dirigida por Cate Hernández, y el Arciprestazgo de Villena, entidad que engloba a todas las parroquias de nuestra ciudad, han llegado a un acuerdo para poner un marcha, a partir de enero de 2018, un servicio de puntos lilas en las diferentes iglesias villenenses coincidiendo con la celebración de sus respectivas misas.
Los puntos lilas o violetas son una iniciativa de diversos colectivos feministas que, originariamente, han surgido alrededor de grandes eventos musicales o festivos, como los festivales de música. Se trata de espacios gestionados por mujeres que tienen como objetivo atender a las víctimas de las potenciales agresiones sexuales que se puedan cometer en dichos espacios, así como velar por la seguridad de las asistentes en general y ofrecer información sobre cómo evitar, reaccionar o denunciar este tipo de abusos.
En Villena, dicho punto lila fue utilizado por primera vez durante los pasados Leyendas del Rock y Rabolagartija, y posteriormente la campaña continuó en los entornos más festivos durante los Moros y Cristianos, en ambos casos enfocados hacia los sectores de público más joven y noctámbulo.
No obstante, desde Igualdad se quiere llegar a otros sectores de la población, y de ahí el acuerdo alcanzado por Cate Hernández, el Consejo de Igualdad y los representantes del Arciprestazgo de Villena que engloba a las iglesias de Santiago, Santa María, La Paz y los Salesianos, gracias al cual durante la celebración de las misas en cada una de estas parroquias se habilitará un espacio donde las mujeres interesadas puedan recibir información y consejo sobre estas cuestiones. Evidentemente, ha señalado la edil Verde Cate Hernández, sabemos que la celebración de las misas no es un entorno donde se produzcan abusos, pero las iglesias sí pueden ser un buen lugar para que las mujeres que lo necesiten denuncien otro tipo de abusos o violencias machistas, como las sufridas en su hogar, y puedan recibir ayuda al respecto.
En principio, este servicio funcionará de forma piloto durante el primer trimestre de 2018 y atendido por voluntarias de las asociaciones feministas de la ciudad, a la espera de que las propias feligresas se involucren en el proyecto y puedan gestionarlo de manera autónoma más adelante.
