El ayuntamiento, obligado a recortar ya concejales con dedicación exclusiva y cargos de confianza

Este miércoles, a las 12, está convocada una reunión de la Junta de Portavoces en la que se tratará el recorte de concejales y cargos de confianza impuesto por la Ley de Reforma de la Administración Local impulsada por el gobierno central. Según el alcalde, la voluntad es “consensuar” los recortes entre todos los grupos y definir “este escenario independientemente de la situación actual”.
Según el alcalde, estas medidas, impuestas por el gobierno para fomentar la racionalidad y el ahorro, “hacen daño a la capacidad de gestión de una ciudad de casi 35.000 habitantes como Villena”, que por su número de habitantes debe contar, tras la aprobación de dicha ley, con 10 concejales con dedicación exclusiva y 7 cargos de confianza.

Hasta el momento, y según los decretos firmados por el alcalde, se habría reducido a 8 el número de cargos de confianza: Virtudes Amorós, liberada de VCD, se ha reincorporado a su puesto de trabajo; los dos cargos liberados del PSOE han reducido su jornada al 75% cada una, al igual que los responsables de la Oficina de Revitalización del Casco Histórico y la ejecución de proyectos del Plan Revita. Asimismo, el director de la Banda de Música deja de ser cargo de confianza y volverá a su situación anterior, contratado por obra y servicio. Aún así quedan 8 cargos de confianza –entre ellos, los dos liberados de Alcaldía, el gerente de la Fundación Deportiva Municipal, Mari Paz Poveda por VCD y los dos trabajadores del Gabinete de Prensa, que ya están con media jornada cada uno–, por lo que el alcalde aún debe suprimir uno para cumplir la ley.

“Si Richart se fuera…”
Además, también toca recortar el número de concejales con dedicación exclusiva (es decir, a sueldo del ayuntamiento), pues de los 12 actuales hay que pasar a 10. Todo parece indicar que se va a proponer al Partido Popular renunciar a uno de sus dos liberados, y las cosas se le facilitarían mucho al alcalde si Juan Richart cumpliera con lo que anunció hace meses y abandonara sus delegaciones, algo que parece que no va a pasar a corto plazo. El propio Esquembre reconocía que “sería todo más fácil si se fuera Richart”, aunque no obstante señalaba que “hay que definir el escenario independientemente de la situación actual y pensando en el futuro”, ya que en la actualidad hay un solo grupo en la oposición, pero en próximas legislaturas podrían ser más, y si cada uno tuviera un liberado se causaría un importante trastorno al equipo de gobierno de turno.

Por eso, Esquembre aspira “lograr un consenso” entre todos los partidos con representación en la actualidad. “Esperamos atinar”, concluía, “pero si no es así, habrá que tomar medidas igualmente, porque esto viene impuesto por el gobierno”.