El Ayuntamiento revisará los precios de la obra de la Avenida de la Constitución con el mismo criterio que Diputación
La propuesta de la constructora de mejora del precio será determinada por los técnicos con el objetivo de que las obras no se paralicen
El concejal de Urbanismo, Javier Martínez, ha señalado hoy ante la petición de la empresa encargada de la reforma de la Avenida de la Constitución de revisar los precios que “serán los técnicos quienes determinen o no si procede y en qué cuantía, pero en todo momento se utilizará los criterios que la propia Diputación Provincial de Alicante aplica desde enero de 2022 para hacer frente a la escalada de precios de los materiales y evitar la paralización de las obras públicas consideras estratégicas”.
Martínez señaló que “la empresa está en su derecho a hacer una propuesta de revisión, pero son los técnicos –ni siquiera los políticos– quienes determinan si procede esta revisión, en qué conceptos o materiales y en qué cuantía”, y aclaró que todas las Administraciones tienen que hacer frente a esta situación tras incrementos superiores al 30% en los precios de diferentes materiales y que afectan a concursos convocados antes de registrarse estos niveles de inflación.
El concejal de Urbanismo recordó que la institución provincial avanzó una aportación extraordinaria de 10 millones en 2022 para asegurar la viabilidad de las obras que tiene en marcha, lo que confirma que es necesario ajustar precios a concursos y licitaciones calculados con una realidad diferente. “La misma responsabilidad que el presidente de la Diputación ha aplicado será la que apliquemos en Villena”, ha comentado.
No obstante, Martínez aclaró que “la propuesta de la empresa solo es eso, una propuesta sobre la que no hay nada decidido y que se encuentra en estudio. Lo cierto es que a día de hoy sí hay una mejora mínima de 2.000 euros, tal y como se aprobó en su momento en la Junta de Gobierno Local”.
El concejal de Urbanismo considera que la reforma y mejora de la obra de la Avenida de la Constitución es un proyecto estratégico que mejorará el tejido comercial de la ciudad y las condiciones de vida de una parte importante de Villena, que verá como las infraestructuras subterráneas mejoran, con nuevas instalaciones en la red subterránea de abastecimiento, saneamiento y pluviales.
Que esta obra es una ruina lo sabe cualquiera de nuestros jubilados que cumple con su ocupación de «vigilar» la ejecución de los trabajos. No se puede hacer bien un trabajo si hay que ponerse, dejárselo a medias, recoger, quitarse, desmontar los vallados, tapar, volver a ponerse, modificar los vallados, destapar… y no sé cuántas ineficiencias más, que pueden observarse desde que se iniciaron estas obras intermitentes, que sólo Dios sabe (y soy agnóstico) cuándo acabarán. Si se presupuestaron pensando en una ejecución normal (o como habitualmente se llevan acabo) es obvio que se han pillado los dedos. El licitador y el adjudicatario. ¡Que se lo que Dios quiera! Pero que sea antes del día cuatro…