El ayuntamiento utilizará una pintura especial anti-orina para los callejones del centro de Villena
La edil de Obras y Servicios, Mari Carmen García, ha anunciado que el ayuntamiento ha solicitado ya presupuesto para emplear una pintura especial que hace rebotar la orina, con el objetivo de disuadir a las personas que, especialmente los fines de semana, utilizan algunos callejones del centro de la ciudad para hacer sus necesidades.
La propuesta viene motivada por las quejas vecinales de zonas como la calle Revueltas, donde los fines de semana es muy común ver a jóvenes que, procedentes de los bares de la zona, utilizando dichos callejones para hacer sus necesidades. Igualmente, a diario es utilizada para el mismo fin por muchos propietarios de mascotas. La edil no ha podido concretar a qué calles afectará esta medida, porque aún se desconoce el presupuesto de la empresa que suministra esta pintura especial. Cuando se conozca, y en función del presupuesto disponible, se comprará y utilizará en mayor o menor medida.
Según explicaba la concejal, y aunque resulte sorprendente, se trata de un tipo de pintura que repele la caída de cualquier líquido haciendo que rebote y manchando a la persona, por lo que será un mal enemigo que podrá manchar los zapatos o pantalones de las personas que así procedan.
Sonido de las campanas de la Iglesia de Santiago
Por otro lado, y ante la solicitud presentada ante el ayuntamiento para regular el sonido de las campanas de Santiago, la edil señalaba no conocer nada al respecto, pero a título personal decía que a mí no me parece bien que se eliminen, añadiendo que parece que a este paso vamos a tener que dejar Villena en silencio.
Por su parte, el alcalde, al igual que con el problema de los ruidos en las sedes festeras, señalaba que entendemos que tenemos que hacer compatible el derecho al descanso con el derecho a la diversión y a la tradición. Descartando que dicho sonido sea motivo de alarma, pues, al contrario, es amable, tradicional e informa a la ciudad de la hora, formando parte de la vida de la gente, el alcalde apuntaba en todo caso que si realmente se demuestra que es molesto, se podría tomar alguna medida, pero en principio entendemos que no estamos hablando de un problema de contaminación acústica.