El Bel-liana empata a 4 en Elda en un partido con sabor a derbi
El término derby nace en Inglaterra sobre el Siglo XVIII gracias a la hípica. En Epsom, sir Charles Bunbury y el Conde de Derby lanzaron una moneda al aire para elegir el nombre de una nueva competición que impulsarían entre ambos. En 1914, en el Daily Express se habla de a local derby para referirse a un partido disputado entre Liverpool y Everton. Lógicamente, esta palabra llegaría a nuestro país para quedarse en nuestro vocabulario futbolístico.
En la tarde del sábado, nos disponíamos a rendir visita a la vecina localidad de Elda para enfrentarnos a uno de los clubs con más solera y que tras varias décadas se han convertido en conocidos rivales, en innumerables partidos llenos de pasión y competitividad. Cualquier derbi que se precie está compuesto por diferentes factores inherentes a la propia competición, jugadores que han pasado por uno y otro club, una historia en común o por caminos paralelos, igualdad en la clasificación y un exhaustivo conocimiento del adversario, todos estos componentes se daban y el espectáculo estaba servido.
Comienza el partido sin freno con dos equipos dispuestos a imponer su estilo de juego, por parte de los locales, buena defensa a media cancha con salida en velocidad y un ataque estático que por momentos crea problemas en nuestra defensa creando superioridades constantes, esta situación solo podía tener un desenlace, gol de Nueva Elda y a remar contra corriente. En la primera parte el juego estuvo en manos de los locales, muestra de ello es que tras el empate por parte de Migue no cambió el panorama y la superioridad de los locales les hace volver a ponerse por delante en el marcador por méritos propios, siendo el regreso al vestuario como una campana salvadora para nuestro equipo tras la cuenta a las puertas del KO.
Las indicaciones en la caseta eran imprescindibles para cambiar el rumbo del partido, en primer lugar se cambió la defensa pasando a una defensa individual más agresiva y presionante a balón y en ataque se apostó por un ataque con pívot ante la defensa abierta del rival, todo ello llevó a una segunda mitad mucho más igualada en la que los ataques por aclarado para Guillen y José Martín crearon problemas en la defensa rival consiguiendo el empate con gol de Oscar y con replica rápida de los locales. En este momento el partido se vuelve loco con ataques en las dos porterías y los porteros de protagonistas. Dos goles por parte del Bel-liana, en pies de Diego y Migue ponían un 3-4 esperanzador pero Nueva Elda lo dio todo y en los últimos minutos empata un encuentro apasionante y con un desgaste físico extremo.
Este resultado junto con el empate del líder y la derrota de Novelda nos siguen dejando en la tercera posición de la tabla clasificatoria y a falta de un partido para el final de esta primera vuelta.