El Carnaval se muere, salvemos el Carnaval
A pesar de todos los esfuerzos que desde la Concejalía de Fiestas encabezada por Genci Estevan, junto con diversas asociaciones de vecinos, se están haciendo para que el Carnaval en nuestra ciudad no desaparezca, nos da la impresión de que, poco a poco, se pierde el espíritu festivo que de por sí tiene esta celebración.
Haciendo un símil comparativo con la Retreta del día 7 de septiembre, pocos son lo villeneros que se incorporan a los diferentes desfiles disfrazados: en fiestas, las críticas y en el desfile, la caracterización, no terminan de conectar con los ciudadanos. ¿Qué falta?, ¿qué sobra? Nadie termina por dar las suficientes razones para hacer que nuestros carnavales se parezcan, en número de asistentes, a los del resto de la geografía nacional. Sin punto de comparación, solamente refiriéndome al número de participantes, la Semana Santa sufre el mismo mal, los diferentes cofrades no llegan a conectar con la mayoría de los villenenses para hacer una Semana Santa grande en Villena, y la escasa participación es el elemento fundamental de estos desfiles religiosos.
Durante este fin de semana, la ilusión de las asociaciones participantes ha quedado demostrada, la imaginación y el tiempo empleado para la confección de las indumentarias empleadas son dignos de elogio, la música tampoco ha sido escasa como en años anteriores y solamente la participación de la chiquillería ha salvado los desfiles. Todo esto contrasta con la masiva participación en nuestras fiestas patronales. Sorprendido tuve que escuchar la comparación de un amigo, andaluz por cierto, que me comentaba la diferencia entre disfrazarse en fiestas de Moros y Cristianos y hacerlo en Carnaval: al final las fiestas se basan en un disfraz también me comentaba. Y el único argumento válido que supe darle fue recurrir al tópico de que en fiestas nadie se disfraza, pero que no terminó de convencerle.
Encontrar una solución es difícil, lo sabemos, y alentamos a los responsables para que se pongan a trabajar y dinamizar estas fiestas que, al parecer, solamente en nuestra ciudad, tienen visos de desaparecer. ¿Aportar ideas?, difícil, pero en principio se me ocurre una indispensable: crear una asociación compuesta por los diferentes grupos participantes en el desfile de carnaval a semejanza de la Junta Central de Fiestas, para unificar criterios y preparar el Carnaval 2008.