A primeros de octubre el Ayuntamiento de Villena fue convocado por la Diputación de Alicante con la intención de que participase en la promoción turística y cultural del proyecto del Camino del Cid.
El Consorcio del Camino del Cid está integrado por las diputaciones de Burgos, Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y Alicante que han decidido definir y potenciar este Camino, utilizando como base el trazado literario definido en el Cantar del Mío Cid. El objetivo es canalizar y potenciar una ruta intentando convertirla en una referencia internacional relacionada con la historia, el arte, la naturaleza y la diversidad cultural que supone el recorrido por distintas comunidades.
Este Consorcio, cuya sede está en Burgos, ha editado un folleto en el que aparecen los municipios de la provincia por los que transcurre el camino (en total son 14) y la diputación va a proceder a la señalización del mismo, por lo que en fechas próximas podremos ver algún panel indicador y la señalización de la ruta. Lo más importante desde el punto de vista turístico es la difusión que al ser de forma conjunta entre 8 provincias, y distintas comunidades se realizará y esperamos que en un futuro surjan nuevos recursos para los habitantes de las zonas por las que transcurre.
El trazado vendrá de Biar por el antiguo trazado del ferrocarril de vía estrecha y a la altura del Colegio Ruperto Chapí utilizará el Camino de Santiago que pasa por la Casa Zuñiga y llega a la Colonia de Santa Eulalia. En las entradas de la ciudad se pondrá unos carteles informativos de la ruta.
Camino del Cid
Hablamos del siglo XI, tiempo de conflictos y contiendas entre los ocupantes de la península. El Cid recibió la orden de acudir a Villena en apoyo de Alfonso VI para socorrer a la fortaleza de Aledo, en Murcia, que estaba siendo asediada por los Almorávides. La historia cuenta que el Cid envió una avanzadilla a Villena para que le avisase de la llegada del rey para trasladarse él desde Onteniente a nuestra ciudad, pero no fue avisado de la llegada del monarca y esto le costó el segundo destierro y la confiscación de sus tierras.
