El comercio local podrá abrir el 1 de abril, domingo de Pascua
Este martes se reunió el Consejo Municipal de Comercio, con el objetivo de estudiar el calendario laboral comercial de Villena para el año 2018 y establecer los días de apertura y de cierre. Una de las novedades para este año, que el comercio de la localidad podrá abrir el próximo 1 de abril, pese a ser domingo de Resurrección.
Se rigen por este calendario de apertura tan solo los comercios de más de 300 metros cuadrados, que en el caso de Villena son básicamente supermercados de alimentación. En cambio tienen libertad horaria y por tanto pueden abrir sus puertas el día que lo deseen los establecimientos comerciales de menos de 300 m2, que son la mayoría en la ciudad.
La Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo había establecido para hoy 10 domingos y festivos en los que pueden abrir los comercios. Entre esos días, además del 1 de abril (domingo de Resurrección), también se incluye el 25 de noviembre. Este último se ha marcado como de libre apertura por Conselleria al coincidir en el mismo fin de semana en el que se celebra el llamado Viernes Negro (o Black Friday), importado de los Estados Unidos y que en los últimos años se ha afianzado en España, siendo un día en el que las ventas se incrementan notablemente.
Pero el Consejo Municipal de Comercio ha preferido no abrir el domingo 25 de noviembre, optando por cambiarlo por el 29 de marzo, Jueves Santo, que es festivo local. De ese modo, entre el jueves 29 y el lunes 2 de abril (que es Lunes de Pascua y festivo autonómico) los supermercados abrirán sus puertas el sábado 31 y el domingo 1 de abril.
Por otra parte cabe señalar que también será domingo y festivo de apertura el 18 de marzo, víspera de San José (19 de marzo), puesto que al ser el lunes festivo autonómico no estarán abiertas las tiendas. Además como nota curiosa, el domingo 1 de julio también podrán abrir los supermercados, una fecha que puede resultar extraña para una localidad de interior como Villena, pero que tiene lógica para el caso de los municipios costeros de la Comunidad Valenciana, que entonces se habrán sumergido en la temporada alta del turismo veraniego.
