Abandonad toda esperanza, salmo 415º
Algunos directores de cine, como David Lynch, no están a favor de promover documentales excesivamente reveladores sobre sí mismos porque piensan que cuando se muestra demasiado de las bambalinas de su oficio las películas pierden su magia. En cambio, a otros como Francis Ford Coppola no les importa convertirse en protagonistas de documentales que revelan parte de su trabajo. Por ello permitió que años después los realizadores Fax Bahr y George Hickenlooper utilizaran el ingente material filmado por su esposa Eleanor durante el rodaje de Apocalypse Now para dar forma a Hearts of Darkness, ya un clásico de los documentales sobre cine que he vuelto a ver recientemente y que sigue pareciéndome un documento valiosísimo sobre la que es una de las más grandes películas de la historia del cine.
Así pues, y aunque a veces me siento tentado a darle la razón a los que piensan como Lynch, mi lado más mitómano me lleva a decantarme por los que opinan como Coppola. Qué duda cabe de que ver Apocalypse Now es una experiencia mucho más rica si se ha visto previamente dicho documental, y más aún si se ha leído la magistral novela en la que se inspira libremente: El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad. Si no lo han hecho todavía, les recomiendo la edición de Mondadori con ilustraciones de Tià Zanoguera. De nada.
¿Y por qué les hablo a estas alturas de la novela de Conrad y de la película de Coppola si ninguna de las dos, como suele decirse, está de actualidad? Pues porque si después de leer una y/o ver la otra todavía quieren profundizar en el asunto, una buena opción es bucear, además de en las distintas biografías del escritor que se han publicado hasta la fecha, en las páginas del cómic Kongo, este sí recientemente editado, y donde el guionista Christian Perrissin y el dibujante Tom Tirabosco relatan el viaje del autor de Lord Jim cuando todavía firmaba como Józef Teodor Konrad Korzeniowski y no se dedicaba a la escritura sino a su labor como capitán de la marina mercante. En esta novela gráfica, cuyo relato demuestra que tanto el Marlow de la novela como el Willard del film no son sino el álter ego del propio Conrad, los autores reflejan los hechos verídicos que acabaron despertando en este su postura en contra del imperialismo racista y que inspiraron su posterior alegato en forma de novela de aventuras.
No puedo dejar de recomendarles también otro cómic biográfico sobre un popular escritor de novelas de género: como su título sugiere, La vida soñada del capitán Salgari está protagonizada por el Emilio Salgari que alcanzó la fama gracias a su serie de aventuras protagonizadas por el pirata Sandokán. El autor de la presente obra, el también italiano Paolo Bacilieri, construye un relato que viajando hacia delante y atrás en el tiempo se ocupa de retratar el lado más ingrato del oficio de escritor, mostrando los episodios más amargos de la vida de un artesano de las letras que vivió en condiciones no muy prósperas mientras sus editores se enriquecían a costa de sus libros ambientados en tierras exóticas. Y es cierto que saber lo que se esconde detrás de las historias que admiramos y las vidas de quienes las hicieron posibles puede anular la magia, pero la experiencia de leer un libro o ver una película sabiendo qué factores los hicieron posibles es mucho más completa y fructífera. Que cada uno elija la opción que prefiera.
El corazón de las tinieblas, Kongo y La vida soñada del capitán Salgari están editados por Mondadori (hoy Penguin Random House), Dibbuks y Norma respectivamente.
