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El culto al cuerpo, prohibido en horario infantil

La publicidad que promueva el culto al cuerpo y el rechazo a la autoimagen, con productos como adelgazantes, intervenciones quirúrgicas o tratamientos de estética, han quedado prohibidos en las televisiones durante los horarios de protección al menor. Así lo refleja la modificación de la ley general de la comunicación audiovisual, en la que se establece el horario de protección de la infancia desde las 06 hasta las 22 horas, y propone tres franjas horarias de protección reforzada, fijadas de lunes a viernes entre las 08 y las 09 y entre las 17 y las 20; sábados, domingos y festivos estatales entre las 09 y las 12 horas.
Más culto al cuerpo en verano
Es en esta época cuando más se muestran los cuerpos y cuando más parece hacerse patente el descontento generalizado de la sociedad con su físico, no en vano las estadísticas revelan que más del 90% de las mujeres y del 80% de los varones albergan preocupaciones sobre su apariencia y dedican una buena parte de sus esfuerzos para mejorarla.

Con la Operación Bikini palabras como dieta, ejercicio o gimnasio comienzan a tomar protagonismo en nuestro vocabulario y conversaciones. Los gimnasios y las consultas de nutrición y dietética se abarrotan de personas que, sea bajo la bandera de la estética o la de la salud, acuden en masa a estos servicios con la esperanza de cumplir sus objetivos. Hoy en día, tener un físico mejor parece ser prácticamente un imperativo social, queramos o no queramos.

Aun así, querer verse mejor o tener un aspecto más saludable no implica necesariamente padecer un problema, aunque puede aumentar las posibilidades de llegar a desarrollar alguna patología. Es en los casos en los que la preocupación estética llega a convertirse en un pilar fundamental en la vida de la persona y un valor básico para su autoconcepto cuando pueden comenzar los problemas. Además, la valoración social sobre la alimentación “light” o el deporte puede servir de cortina para enmascarar un problema mayor, ya que se puede utilizar la “excusa” del deporte o de la “alimentación saludable” para ocultar un problema con el físico o un trastorno alimentario.

A pesar de todo, es posible y deseable mantener un equilibrio saludable entre una autoestima sana, una alimentación equilibrada y una correcta práctica deportiva, no utilizando el físico como indicador de felicidad, sino construyendo un autoconcepto basado en valores personales sólidos, internos y estables en lugar de colocar todos los huevos en la misma cesta y medir nuestro éxito personal y social en función de nuestro cuerpo o nuestra imagen.

Desde Profesport siempre hemos intentado promover el deporte a partir de una práctica saludable entendiendo ésta como la que fomenta en el individuo el bienestar, no sólo físico, sino mental y social. Así, aplaudimos que los medios de comunicación protejan a niños y adolescentes de este tipo de mensajes, que pueden tirar por la borda una costosa educación corporal impartida desde casa y desde el colegio.

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