De recuerdos y lunas

El de las coplas

Me la trajeron en el móvil. Grabada en el móvil estaba la voz de Jorge Manrique: "Recuerde el alma dormida, / avive el seso y despierte / contemplando / cómo se pasa la vida, / cómo se viene la muerte / tan callando, (...)" Y los alumnos creyeron que era de verdad porque sonaba de verdad. Ahí, era cierto, metida en el teléfono móvil, estaba esa voz varonil con un recitar de los versos engolado y grave.

Estábamos trabajando sobre el río Segura y aprovechando que el Segura pasa por Segura de la Sierra les mandé que buscaran la biografía de Jorge Manrique. Y así fueron de diligentes que me trajeron hasta su voz. Convencidos, a pie juntillas, de que aquella voz que les venía grabada en la enciclopedia virtual que usaron para la búsqueda, búsqueda automática y robótica, era la voz propia del poeta del cuatrocientos. Y como conquista y guinda a su trabajo investigador completaron los papeles emborronados con un anexo audio traído en el teléfono móvil. Que para algo han de notarse las nuevas tecnologías, las TICs, en las aulas del siglo XXI. Escuchamos con atención la voz del poeta. Su recitar seguro. Y apreciamos que el castellano que gastaba este Manrique enlatado era un castellano muy parecido al nuestro. Muy parecido no, igual. Idéntico. Y no entendíamos cómo hay lingüistas que han dedicado sesudos trabajos, publicados en tomo y lomo, a las diferencias fonéticas y gráficas del español en su hacerse. Jorge Manrique poeta embuchado en el móvil del alumno diligente hablaba a nosotros como nosotros. Y su voz sonaba como la de nosotros.

Visto el éxito de la actividad, probamos con otro autor. Había que aprovechar el tirón y el interés mostrado y, como recomiendan los sabios pedagogos, había que usufructuar la positiva situación empática propiciada por la motivación adyacente y transversal para la consecución, al menos, de los objetivos mínimos (sean conceptuales, procedimentales y actitudinales), objetivos liliputienses aprobados por consenso valuador en la participativa COCOPE (o Comisión de Coordinación Pedagógica) donde se incardinan con criterio discente las diferentes didácticas reflectadas por el profesorado de manera individualizada en las particulares reuniones departamentales que dieron fruto a la programación didáctica curricular anual. Y cuya molla y mimbre comunica el Jefe del Departamento didáctico concreto a los demás Jefes de Departamento de las otras áreas, previo informe a Jefatura de Estudios, precisamente en la misma COCOPE. Sí, había que aprovechar la situación empática y bla-bla-blá, bla-bla-blá para salvar las clases con alguna dignidad. Entonces, entonces tocaba Rilke, el magnífico Rilke también podría interesar. Y especialmente sus "Cartas a un joven poeta". Delimitado el tema, similar estrategia que con Manrique: Planteamiento de la actividad y... ¡busca, busca!

Llegó con impaciencias el día de la puesta en común. Que fue gozoso. Otra vez folios emborronados con datos biográficos curiosos. No todo el mundo se muere al clavarse la espina de una flor. No todo el mundo puede ver tanto Dios en un paisaje. Y otra vez soportes audio para escuchar la voz. Y, ¡oh sorpresa!, el poeta nacido en Praga hablaba un español con una claridad admirable, mucho mejor que los paisanos: "También amar es bueno, pues el amor es difícil. Amor de persona a persona; esto es quizá lo más difícil que se nos impone, lo extremo, la última prueba y examen, el trabajo para el cual todo otro trabajo sólo es una preparación. Por eso los jóvenes, que son principiantes en todo, no pueden todavía amar; deben aprenderlo." Bellísimo. Y otro día, por también aprovechar el tirón, fue Virgilio. Por cierto, magnífica voz y magnífica pronunciación española.

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