Pasó la segunda Semana Santa sin procesiones. Pero queda un documental, producido por Arracada Studio, en el que Andrés Pardo ha compendiado a lo largo de diez capítulos lo que da de sí la celebración festiva desde que, coincidiendo con la llegada del nuevo siglo, se reconfiguró el calendario de celebraciones en nuestra ciudad.
En el trabajo final, presentado en YouTube el Domingo de Pascua, de 80 minutos de duración, ‘Nuestra Semana Santa’, quien no esté muy al tanto de los cambios experimentados por la Semana Santa villenense –no emplearé la expresión ‘sufridos’, puesto que en esta ocasión habría que decir ‘gozados’– tendrá al alcance de la mano una guía para adentrarse en lo que dan de sí estos diez días intensos.
El presidente de la Junta Mayor de Hermandades y Cofradías de Villena, Manolo Coloma, junto a miembros de su directiva y algunas personalidades más como el incombustible Luis Murillo, aparecen a lo largo de los distintos capítulos desvelando aspectos que no todo el mundo conoce sobre esta festividad recuperada.
Tras la quema de conventos, iglesias y patrimonio de los que informó Joaquín Sánchez Huesca, la Semana Santa villenense se ensanchó de su Jueves y Viernes Santo en los años ochenta, con la contribución fundamental de festeros de algunos comparsas.
Esta nueva etapa ha contribuido a darle un giro, ampliándola hasta el Viernes de Dolores, dotándola de una procesión espectacular el Domingo de Ramos, de otras dos nuevas de gran calado, una con salida en el Asilo, y otra en las Trinitarias en la medianoche del Jueves Santo. Una Semana Santa potentísima que por desgracia no es tratada en los medios autonómicos ni nacionales como merecería.
De ahí que sea tan importante el trabajo de Andrés Pardo para situarla donde merece. La fiesta pasó, pero su documental perdurará.