El edil de Turismo considera «una desgracia» el daño que el rayo caído ayer produjo en el Castillo

Tras visitar el lugar esta mañana acompañado por la arqueóloga municipal y el capataz de electricidad, el concejal Jesús Martínez ha explicado los desperfectos que “a primera vista” ha causado en las dependencias del Castillo de la Atalaya el rayo que en la tarde de ayer cayó en la Torre del Homenaje.
El concejal recordaba que es la segunda vez que ocurre esto, pues en 2002 la caída de un rayo ya afectó a la fortaleza “aunque parece que entonces no fue tan potente como ahora”. El rayo penetró en el monumento por el mismo lugar que en aquella ocasión: la caseta que da acceso a la azotea y el metal que sirve de rodapié en esa terraza. “El metal se ha levantado por completo, reventándose parte de la roca, al igual que en el interior del castillo, donde se han producido boquetes en algunos muros y escaleras”, señalaba Martínez.

Además el rayo ha destrozado un mueble y una pantalla que se había instalado en la 4ª planta de la Torre del Homenaje con motivo de la musealización del edificio. Después el rayo se ha introducido en la instalación eléctrica, destruyendo todo lo que encontraba a su paso, e incluso en el patio de armas se ha levantado el cemento que envolvía un cable eléctrico que data de 1992. Finalmente ha salido por una torre eléctrica alejada, tras romper un foco de iluminación del castillo.

Para el edil este suceso supone “una desgracia”, porque ha afectado tanto al nuevo equipamiento que se había introducido en el Castillo para mejorar su interpretación, como a la instalación eléctrica y a la propia estructura del monumento. Indicaba que se van a comunicar estos hechos al seguro del Ayuntamiento “aunque ya veremos sí en este caso cubre los daños”, aunque hasta que no se restaure el suministro eléctrico no se sabrá hasta que punto está afectado el equipamiento.

Comentaba Martínez que no existe un pararrayos, porque Patrimonio no lo permite, y parece que la caseta y el metal de la terraza atraen a los rayos durante las tormentas. Espera que al saber que es la segunda vez que cae un rayo aquí, desde Patrimonio se conciencien de que tal como está el Castillo no hay seguridad y consientan la instalación de un pararrayos; si no es así, que se elimine la caseta y el recubrimiento metálico de la azotea, colocado en la última restauración.

Asimismo aclaraba que las visitas guiadas al monumento se han suspendido. “Y yo no sería partidario de visitar el Castillo hasta que realmente Patrimonio permita que haya unas medidas de seguridad adecuadas en casos como éste”, concluía.