El efecto Streisand
Abandonad toda esperanza, salmo 453º
Además de su enfoque satírico, el semanario francés Charlie Hebdo comparte con El Jueves ser "la revista que sale los miércoles"... aunque no salga todos los miércoles: fruto del atentado que sufrieron sus oficinas, donde el pasado 7 de enero dos jihadistas asesinaron a once personas e hirieron a otras once, la publicación solo sacó de forma inmediata un número más -el del celebrado Tout est pardonné, del que se vendieron la friolera de ocho millones de ejemplares (!)- para suspender su aparición durante mes y medio. Pero la revista que dirigiera Stéphane Charbonnier 'Charb' desde mayo de 2009 hasta su reciente asesinato regresaba el pasado miércoles con un número del que bajo el lema ... c'est reparti! ("aquí estamos de nuevo") se ha impreso una tirada de dos millones y medio de copias. Si tenemos en cuenta que antes de tan funesto episodio apenas se vendían 50.000 de cada número, es obvio que estamos ante un ejemplo perfecto del llamado "Efecto Streisand", por el cual aquella información que pretende ser acallada acaba difundiéndose de forma masiva precisamente por la intervención de la figura del censor. Aunque no es consuelo para los familiares de las víctimas, que el ataque de los fundamentalistas religiosos acabe haciendo ricos a algunos de sus enemigos más recalcitrantes tiene algo de soterrada y placentera venganza.
Lo ocurrido a Charlie Hebdo no es ni mucho menos nuevo: sin ir más lejos, la desaparecida El Papus también sufrió dos parones de varios meses allá por mediados de los 70 y un atentado con bomba. Esta mítica revista ha pasado a la historia, además de por ser una de las canteras más productivas del humor gráfico patrio, por ostentar el honor (a mi parecer nada dudoso) de ser la publicación con más condenas judiciales (ochenta, nada menos) de la historia de nuestro país. Eso sí: el "efecto Streisand" no existía antes de Internet, y las trabas impuestas por el régimen franquista no ayudaron precisamente a la difusión de su contenido contestatario. Ahora, en un acto de justicia tardía, se empieza a recuperar parte de aquel material en la "Antología poética de El Papus", cuyo primer volumen está dedicado a Sor Angustias de la Cruz. Esta temible monja blasfema es el personaje más memorable de Jordi Amorós 'Ja', un autor que afortunadamente no respetaba a nada ni a nadie (solía firmar como Ja-rol Foster en recuerdo del autor de Príncipe Valiente, no digo más); y aún hoy, cuando se nos supone curados de espantos, es una obra que puede, y debe, escandalizar a los más melindrosos.
Alguien que sabe bastante acerca de escándalos varios es Julie Maroh, que gracias a El azul es un color cálido (y su espléndida adaptación al cine: La vida de Adèle) se ha convertido en una de las figuras clave del cómic europeo actual. Precisamente alrededor de este concepto gira su nueva novela gráfica, Skandalon, donde el protagonismo recae en una estrella del rock objeto de continuas polémicas por su actitud nihilista y el contenido político de sus canciones. En esta obra, menos redonda que la anterior pero igualmente recomendable, la autora retoma el tema de las relaciones homosexuales; una temática que por una carambola del destino ha obligado a la poeta iraní Sepideh Jodeyri, traductora al persa de El azul es un color cálido, a abandonar su país por temor a ser encarcelada o condenada a muerte. Estos hechos son los que deberían ser un verdadero escándalo y no el contenido de las obras en cuestión.
Al margen del noveno arte, uno de los casos más claros del citado "efecto Streisand" ha afectado a una película en principio tan discreta como The Interview, de la que seguro que han oído hablar tras el ataque cibernético sufrido por la productora Sony y las amenazas por parte de quienes en principio se identificaron como defensores del régimen dictatorial de Corea del Norte (recuerden que el villano del film no es otro que Kim Jong-un). Tanto da que al final los hackers no fuesen acólitos del gobierno coreano sino ex empleados disgustados con la empresa que les dio el finiquito; lo relevante es que una comedia tan del montón como la dirigida por Seth Rogen y Evan Goldberg, que solo puede presumir de haber cambiado para siempre el sentido a la canción de Katy Perry "Fireworks" y poco más, ha sido vista por millones de espectadores que la habrían ignorado olímpicamente de no ser por la polémica que ha rodeado su estreno. Y tengo que confesarlo: Je suis uno de ellos.
Sor Angustias de la Cruz y Skandalon están editados por ECC y Dibbuks respectivamente; The Interview se proyecta en cines de toda España.