El ejemplo de la Plataforma Animalista de Villena
En marzo de 2013 un grupo de personas de Villena preocupadas por la defensa de los derechos de los animales y su bienestar comenzamos a reunirnos con el objetivo de dar forma a una iniciativa que fuese en este sentido a nivel local. Tres meses después realizábamos nuestra primera rueda de prensa, nacía la Plataforma Animalista de Villena.
Desde aquellos inicios humildes a la actualidad han pasado algo más de dos años, donde los componentes de la PAV hemos recogido el legado del colectivo RYTA y hemos dado forma a una iniciativa que cuenta con 30 miembros y que en poco tiempo se ha hecho un hueco importante en el rico tejido asociativo local. Con cerca de 1.000 seguidores y seguidoras en Facebook, más de una referencia en el diario Información y en el periódico El Mundo, entre otros, y el apoyo de un sector cada vez más amplio de la sociedad villenense.
Un tiempo, como digo, en el que la Plataforma Animalista ha demostrado su poder de convocatoria y movilización a nivel local como por ejemplo en la concentración antitaurina que convocamos delante de la plaza de toros en 2014, donde tras los muros los inocentes sufrían, o el apoyo a las concentraciones espontáneas contra la aprobación de adjudicación de la plaza de toros a las empresas tauricidas en 2013 y 2014, así como la cena «veganiega» del pasado mes de agosto, donde la plaza de las Malvas se llenó con un centenar de personas o el concierto antirrepresivo celebrado en junio para recaudar dinero para los compañeros y compañeras multadas por manifestarse pacíficamente a favor de los que no tienen voz, que resultó ser una ola de solidaridad de grupos, colaboradores y cientos de jóvenes que con su apoyo y asistencia hicieron que recaudásemos lo suficiente.
Como encabezo este artículo, la Plataforma Animalista en Villena con sus fallos y aciertos ha dado en todo momento un ejemplo que poco a poco se sigue en otros municipios cercanos que nos piden apoyo y consejo, pero ¿cuáles han sido las claves de esta trayectoria?
En primer lugar estamos acostumbrad@s a que la lucha por los derechos de los animales, en muchos casos, no pasa de la ética, el sentimentalismo o el buenismo, y apelan a estos valores para velar por la abolición de abusos contra los animales no humanos, habitualmente con mínimos resultados. Precisamente aquí radica una de las principales apuestas de la PAV, ya que la lucha de la Plataforma cierto es que tiene como objeto principal la denuncia de los abusos sobre los animales, pero va acompañada de forma irrenunciable a una lucha política y social por los derechos de los trabajadores y trabajadoras, por el medio ambiente, los derechos de la mujer... y en definitiva la construcción de una sociedad donde pongamos la economía al servicio de las personas y no al revés. Prueba de ello es que son pocos los miembros de la PAV que no militan en alguna formación política o al menos simpatizan con ella.
Muchas veces en los movimientos de izquierda tendemos a autoidentificarnos con una u otra marca, somos «sindicalistas», «ecologistas», «antimilitaristas» o «animalistas» como si el causante de las injusticias se pudiese combatir en un solo frente y no fuese un sistema de organización político y económico esencialmente injusto que condena a tener que mantener a una minoría poderosa por encima de los intereses de la inmensa mayoría, ya seamos personas o animales no humanos, es por ello que un enemigo global requiere una respuesta y alternativa global. Si bien es cierto que como digo, no quita de poder trabajar de forma más directa un frente concreto, ya sea lucha sindical, institucional, social, o por los derechos de los animales.
En segundo lugar el trabajo de la Plataforma no sólo ha sido una lucha conectada con los derechos sociales y enraizada al tejido asociativo, si no que nunca ha rehuido el debate sobre el papel de las instituciones en materia animalista, siendo conscientes y defendiendo que desde ellas es desde donde se pueden promulgar leyes y reglamentos para mejorar las condiciones de vida de aquellos con quien compartimos nuestro planeta. Prueba de ello es la no cesión de la plaza de toros estas Fiestas o la prohibición de instalar circos con animales en el término municipal aprobado por el tripartito la pasada legislatura.
Por último, el trabajo de la Plataforma Animalista se ha desarrollado siempre en consonancia con la ciudadanía de Villena, al menos con aquella que no ha rechazado nuestros argumentos y que no quiere ninguna tradición por encima de la razón, que afortunadamente, es mayoritaria. La presencia en actos públicos, en prensa, entrevistas, noticias y en la calle por parte de nuestra Plataforma ha sido una constante de forma incansable. Siempre presente en actos como la Muestra Villena, la Feria de Navidad, etc...
En definitiva, una lucha la de la Plataforma que ha hecho que desde el primer día los que han defendido el abuso sobre los más débiles tengan que justificarse con sus pobres argumentos, cosa que hasta ahora no tenían que hacer, señal de que nos hemos organizado, adelante, porque como dijo Rosa Luxemburgo, quien no se mueve, no siente las cadenas.
Eduard García
Plataforma Animalista de Villena