Muchos son los equipos que llevan varias temporadas buscando el ansiado ascenso a la Liga Santander. Escuadras consolidadas en la categoría de plata del balompié nacional que buscan dar una alegría a su afición y colocarse entre los veinte elegidos que disputen, la para muchos, mejor liga del mundo.
Cada temporada cuando comienza se puede observar en la cara de los aficionados una felicidad como consecuencia de la ilusión que genera el equipo del que son hinchas. La consecución de buenos resultados a principio de campaña, hace que estos deseos de ver ascender al equipo de sus amores vayan en aumento, o por el contrario sino se realiza el inicio esperado, el pesimismo empezará a sobrevolar a todos los estamentos de dicha entidad deportiva.
El caso del Elche CF es bastante peculiar. Después de estar unos años en segunda división más o menos asentado, conseguir el ascenso deportivo a la Liga Santander en 2015, y proceder con el club al descenso administrativo, ese mismo año, a la categoría de bronce del futbol español por causas económicas. Este año se presenta en su división fetiche después del subidón de conquistar el ascenso el año pasado y con la moral por las nubes.
El comienzo de temporada de los ilicitanos no ha sido del todo malo después de un ascenso de categoría donde el nivel de exigencia es mayor. Ocupando media tabla, y prácticamente a la misma distancia del descenso que de los puestos nobles de playoff de la clasificación, el Elche se encuentra ante un momento clave que vislumbrará cuáles serán los objetivos de la campaña, ya que aunque la temporada esta iniciándose, es muy difícil cambiar las tendencias en un liga tan competida y de máxima igualdad como la Liga SmartBank.
El destino ha querido que en esta próxima jornada dos recién ascendidos, Elche y Ponferradina, se vean las caras. Ambas escuadras están separadas por tan solo un punto en la clasificación, pero lo cierto es que las sensaciones en su juego difieren mucho de la clasificación, ya que ha sido mucho mejor que lo que muestran los puntos cosechados. Los bercianos llegarán a tierras ilicitanas con la ilusión desbordante y con el sempiterno Yuri como estrella, para hacer saltar la banca, pegar un golpe encima de la mesa y consagrarse como una de las sorpresas en este mes de competición.
Misma tesitura buscarán los chicos de José Rojo Martín ante su público. Este hecho será un factor muy a tener en cuenta a la hora de que los tres puntos se queden en casa o partan para la ciudad del botillo por excelencia. Las apuestas de fútbol dan a los locales como favoritos, pero lo cierto es que un choque entre dos recién ascendidos de la categoría de bronce es del todo imprevisible, siendo los pequeños detalles los que puedan decantar la balanza.
Elche y Ponferradina se citan en el Martínez Valero para poner a las claras cual es uno de los equipos revelación en la competición de plata del balompié español.
