El empresariado local considera necesario poner en valor su actividad entre la ciudadanía
El pasado miércoles se realizó un nuevo taller incluido en la Estrategia Territorial de Villena + Innovación dedicado, esta vez, a los sectores socioeconómicos. Representantes de asociaciones empresariales de diferentes sectores productivos y miembros de los sindicatos fueron invitados a esta sesión que se desarrolló en tres fases.
En un primer momento se propició un debate entre los participantes para que, según su criterio, concretasen aquellos aspectos positivos y negativos del municipio. Una vez consensuadas las opiniones, se apuntaban en unas fichas adhesivas que eran colocadas en un panel. Después se hacían propuestas de cambio y se planteaban nuevas medidas para mejorar y solucionar los problemas detectados. Finalmente, cada uno de los presentes contestaba a una encuesta marcando por orden de prioridad el papel que debe jugar Villena a nivel comarcal, aquellas áreas municipales que son de especial atención y los proyectos que deben ser desarrollados desde el Ayuntamiento de manera inmediata.
Como aspectos positivos se destacaron la localización geográfica, la gran superficie territorial, la disponibilidad de agua, la diversidad económica, una boyante agroindustria, abundantes recursos turísticos y una importante red de comunicaciones.
Los aspectos negativos puestos de manifiesto se refieren a un excesivo incremento del sector terciario (servicios), la sobreexplotación de los acuíferos, pocas alternativas de transporte comarcal, escasez de aparcamientos, mínima concentración parcelaria agrícola, un PGOU (Plan General de Ordenación Urbana) demasiado antiguo, la necesidad de un Plan Especial de la Huerta y carencias en la gestión administrativa que obligan a desplazarse fuera de Villena.
Entre las apreciaciones vinculadas más específicamente al ámbito empresarial, se planteó la inexistencia de un espíritu emprendedor local, un cierto desprestigio e indiferencia social hacia la figura del empresario, la falta de acciones conjuntas empresariales y la obligación de canalizar de una manera eficaz la cualificación profesional y el conocimiento adquirido para evitar la fuga de los jóvenes formados.
Las propuestas de cambio se centraron en la promoción de infraestructuras como el AVE y el nodo logístico, que de no contar con el apoyo de la Generalitat Valenciana, se sugería debiera ser asumido como proyecto municipal. También se aludía a una nueva gestión de los usos del agua tendente a liberar a los acuíferos de una explotación excesiva y lograr aportaciones mediante desaladoras o trasvases. Asimismo, se solicitaba un gran consenso político y social sobre algunas líneas básicas de actuación municipal, con independencia de quién gobierne, que podrían pasar por la revisión del PGOU, la concentración parcelaria o el Plan Especial de la Huerta. Se consideró imprescindible tener un conocimiento claro de las necesidades formativas para llevar a cabo una adecuación de la oferta de los centros educativos reglados y no reglados, además de poner en valor el tejido del empresariado local, compuesto en su mayoría por autónomos y pymes, como generador de riqueza y empleo.
Los próximos talleres se centrarán en los colectivos de pensionistas y jubilados y en el mundo asociativo vecinal, cultural, sociosanitario, etc.