Aquella gran idea que surgió hace unos años para que los cargos festeros pudiesen cambiar impresiones, crear unidad, hacer grandes nuestras fiestas, compartir eventos, reunirse periódicamente y hacer una piña que perdurase para muchos años, sobre todo los niños, se está convirtiendo en una pesadilla.
Poco a poco, los cargos festeros van tomándose atribuciones que no les incumben, supuestas responsabilidades que sobrepasan el sentido común y que acaban siendo incongruencias para la organización de nuestras fiestas. Desde hace unos años, diferentes cargos festeros comenzaron a formar grupos que han estado y están desestabilizando la buena armonía existente entre las comparsas, conformando grupos paralelos a directivas y Junta Central. Ellos deciden y quieren que esas decisiones sean ejecutadas por los estamentos festeros, incluso han llegado a elegir presidente de los cargos, figura que nadie reconoce, excepto ellos. Presidente por un año.
Despedida alternativa
En este momento se está escribiendo un capítulo más de esas incongruencias. La comparsa de Marinos Corsarios decidió no hacer la presentación de su madrina, dejando para la noche del día 4 esa presentación a sus socios. Pues bien, los cargos festeros 2011 quisieron organizar una presentación a su manera, sin contar con nadie, y sin hablar siquiera con los propios Marinos Corsarios.
Este pasado fin de semana la comparsa de Estudiantes realizó un acto en la Troya para presentar al repostero que se hará cargo de dicha sede durante las próximas Fiestas, y los cargos festeros decidieron, unilateralmente, celebrar una presentación, encubierta, de la madrina de los Marinos Corsarios en este acto, porque a ellos les apetecía, sin contar con las directivas de sus comparsas ni tan siquiera con la de Estudiantes, que lógicamente pusieron el grito en el cielo al saber que los cargos querían utilizar sus instalaciones aprovechando un acto organizado por los propios Estudiantes. En definitiva, un episodio más para crear problemas tanto a Estudiantes como a Marinos Corsarios.
Malestar creciente
El malestar en el seno de las directivas de las comparsas es tal que 13 de los 14 presidentes de comparsa (faltaba uno en la reunión) decidieron notificar a sus cargos festeros que en caso de acudir a esta fiesta privada les estaba prohibido acudir con las bandas oficiales representando a sus asociaciones, y que si querían celebrar una fiesta para homenajear a la madrina de los Marinos Corsarios deberían hacerlo sin las bandas correspondientes para no dar carácter oficial a esa reunión.
Estos vuelos de los cargos festeros están creando reacciones inversamente proporcionales a los motivos con que se creó este grupo, ya que entre los dirigentes festeros se han comenzado a plantear dudas sobre la eliminación de estas figuras dentro de las comparsas, tanto de las madrinas como de los cargos de capitán y alférez, que para muchos de ellos ya no tienen sentido dentro de la nueva estructuración de las fiestas.
Al final, Retreta
Llegó la fiesta en la Troya y los cargos festeros acudieron a la cena prevista y posteriormente al baile, sin las bandas oficiales con las que representan a sus comparsas pero, en un portentoso derroche de imaginación, crearon unas bandas, al más puro estilo de la Retreta, que se les fueron entregando a la entrada del recinto festero, creyendo que con estas bandas serían reconocidos como las estrellas de la fiesta y lo único que lograron fue ridiculizar las figuras de madrinas, capitanes y alféreces de las comparsas por las que fueron elegidos.
Hay que destacar que algunos cargos festeros no quisieron participar en esta pantomima y se negaron a hacer el ridículo llevando estas bandas, pues todavía, en los verdaderos festeros, quedan vestigios de responsabilidad y saben comprender que no se puede jugar con los socios de sus comparsas, que tenemos que asistir atónitos a este tipo de incongruencias.
