Los Verdes son como ese mal estudiante al que se le pilla en un examen con una chuleta, suspende la asignatura y, encima, esgrime la excusa de que el profesor le tiene manía. Algo inaudito e inaceptable que demuestra, una vez más, que este equipo de gobierno no está capacitado para asumir en solitario la gestión del Ayuntamiento. Y lo que es peor, que sus supuestas justificaciones hacen agua por todas partes.
Hace unos días Antonio Pastor, concejal de Ciclo Hídrico, confirmaba ante los medios de comunicación que la Fiscalía ha pedido información por su actuación aparentemente irregular en la reparación del Pozo San Francisco. Al respecto, el alcalde afirmaba que se ha entregado toda la documentación requerida. Pero habría que aclarar que no existe ningún expediente como tal en la secretaría del Ayuntamiento.
Lo que por lo visto se ha remitido con fecha de salida de día 30 de enero, atendiendo con notable y llamativo retraso el requerimiento del fiscal, ha sido una ingente cantidad de folios que, más que arrojar luz sobre el asunto, da la sensación de que pretende sepultar en papeleo inútil el procedimiento, entorpeciendo y enmarañando las pesquisas de la investigación. A pesar de todo, me reconforta que la causa siga su curso. Será la Justicia la que determine finalmente si existen ilegalidades o no. El Partido Socialista sólo ha ejercido de un modo responsable y coherente su papel de oposición, elevando a los organismos jurisdiccionales oportunos las sospechas sobre flagrantes incumplimientos de la norma.
Por otra parte, me parece muy grave la afirmación del alcalde en la que nos acusa de denunciar a Pastor porque le tenemos manía, cuando se están produciendo otros temas más serios que nosotros, según él, deberíamos conocer y no hemos denunciado. ¿Está reconociendo el alcalde que los Verdes se han saltado la ley en otras actuaciones? ¿A cuáles se refiere? Desde el PSOE denunciamos lo que entendemos que puede ser ilegal, siempre que tengamos conocimiento. Algo que no resulta fácil debido al oscurantismo al que nos someten algunos concejales del equipo de gobierno. El alcalde, como cualquier ciudadano, también debería denunciar si tiene constancia de la comisión de algún delito para no ser cómplice o encubridor. Por tanto, le insto a que tome medidas de forma urgente y lleve ante los tribunales las irregularidades de las que pueda estar al corriente por su cargo institucional. O si no, que deje de difundir insinuaciones y falsos rumores que, en todo caso, dejan en muy mal lugar a sus propios ediles.
Respecto a la acusación velada que hace a la gestión del Partido Socialista en anteriores legislaturas, hay que señalar que el único concejal que repite, formando parte entonces y ahora del equipo de gobierno del ayuntamiento, es Antonio Pastor. Así pues, no nos achaque decisiones en las que no participamos directamente los actuales representantes del PSOE. En todo caso, se actuó conforme a las recomendaciones técnicas que, reconozco, no fueron las más acertadas vistas las consecuencias. Pero la diferencia es que la mayoría absoluta de los Verdes no se atiene a ningún informe técnico, ni siquiera a la legalidad, lo que es más criticable porque al error se añade a sabiendas una actuación al margen del marco jurídico.
Por otra parte, el alcalde, valiéndose del alarmismo y la demagogia, manifiesta que el Partido Socialista quería poner en riesgo el suministro del agua durante el verano pasado. Si el tema del suministro era tan grave y urgente, ¿por qué la reparación del pozo ha durado más de dos años, si fue en septiembre de 2015 fue cuando se detectó la avería? Me da la impresión de que los Verdes tienen un problema con los plazos y la noción del tiempo. Eso explicaría por qué los presupuestos municipales de 2016 y 2017 se aprobaron pasado el ecuador del año y los de 2018, ni se sabe. O por qué se perdió la subvención de la Diputación de Alicante destinada a esta reparación por una cantidad de 175.000 euros. Sin duda, una muestra de que no se defiende ni el bien común ni los intereses generales.
Si alguien ha puesto en riesgo el suministro han sido Francisco Javier Esquembre y su concejal de Aguas, por su incapacidad. Además, existe un pozo municipal sin explotar, el pozo de las Ánimas, que se puede poner en marcha en cualquier momento y no han hecho nada en todo este tiempo para conectarlo a la red pública.
No se sostiene la subida del agua en estos momentos de superávit, máxime cuando el gasto de funcionamiento ordinario quedaría asumido con los actuales precios. No se sostiene culpabilizar a los demás grupos políticos, pues los Verdes ostentan la alcaldía municipal hace ya casi siete años. No se sostiene que se tengan que aprobar unos pliegos para licitar un servicio por ocho meses, asegurando la rentabilidad para las empresas que quieran concursar a cuenta de los vecinos y vecinas. No se sostiene que el fin justifique los medios, porque sería tanto como dar permiso para saltarse los procedimientos administrativos si nos da la gana. Ante las palabras del señor Pastor ¿Se nos está invitando a la ciudadanía a dejar de pagar multas emitidas por el ayuntamiento? ¿Vamos a poder circular en dirección prohibida si así llegamos antes a nuestra casa?.
Para finalizar, parece que el recurso de reposición presentado por el Grupo Socialista a la compra de un pozo ha molestado mucho a la primera autoridad local. Existen grandes dudas que es necesario responder. ¿Por qué se gasta dinero del erario público en la adquisición del pozo de un particular con una instalación vieja? ¿Por qué no existe a día de hoy ningún informe técnico que lo avale? ¿Por qué no se ha aprovechado que a escasos metros hay un monte público donde ubicar un pozo nuevo? ¿No hubiera supuesto un coste probablemente más barato? ¿Qué intereses ocultos tiene el equipo de gobierno?
Fulgencio José Cerdán Barceló
Secretario General del PSOE de Villena
