El equipo Roboluti_on del IES Hermanos Amorós triunfa en Valencia por tercer año consecutivo
Los alumnos de 3º de ESO consiguen el triunfo en la modalidad de Sumo y los de 1º Bachillerato en la categoría Especial en el Desafío Robot de la Ciudad de las Artes y las Ciencias
3.000 alumnos representados por 272 equipos pertenecientes a 180 centros de la Comunidad Valenciana, Madrid, Murcia y Baleares se enfrentaron el pasado 10 de mayo en el Desafío Robot 2019, considerada una de las competiciones más importantes de robótica educativa del país.
Empezó la larga jornada con la categoría de Sumo Libre, en las que los robots construidos y programados en clase por los alumnos luchan por expulsar a su oponente de la zona de combate o dohyo. La emoción se disparaba conforme iban pasando los combates eliminatorios, y el alto nivel de todos los participantes quedó patente en cada uno de ellos. Titanium 2.0, el robot de Isma, Lucía, Mónica, Nerea y Daniel consiguió imponerse en una apretada final contra Shusi, del colegio Gençana de Godella, revalidando así el título obtenido el pasado año.
A continuación llegó el turno de la lucha Sumo Lego, que este año contaba con la más que interesante novedad de que los robots tenían que ser montados desde cero in situ por los alumnos en un tiempo de 30 minutos sin ningún tipo de ayuda externa. Los nervios hicieron que algunos equipos no consiguieran finalizar sus robots con éxito. No obstante, Paula, Gabriel, Claudia y Pedro consiguieron llegar a las finales, aunque un cable suelto a última hora les impidiese luchar por el triunfo, obtenido en este caso por el IES Baleares. Sin duda un gran resultado en ambas categorías, más teniendo en cuenta que el alumnado de 3º de ESO debutaba este año en competición.
La tercera prueba consistía en un reto de habilidad. No fue esta la que mejor se les dio a los alumnos de 4º curso de ESO. Fue el equipo de Ingenio Kids el que mejor resolvió cada una de las tres fases de que consistía.
Para la tarde quedaba la prueba que más expectación genera, la categoría Especial. En ella se aúnan creatividad y tecnología. Los robots han de preparar una coreografía de dos minutos en la que se puntúan tres apartados: puesta en escena, sincronía de los robots entre ellos y con la música, y complejidad técnica. La temática elegida este año por los alumnos de 1º de Bachillerato fue el teatro negro. Tres títeres controlados cada uno de ellos por 4 servomotores bailaron entre tinieblas con la música de Benny Hill de fondo. Detrás de este espectacular montaje escénico había muchas horas de programación para coordinar con la música cada uno de los casi 6.000 movimientos con los que contaba el baile. Tras una larga deliberación, los jueces dieron la victoria por tercer año consecutivo al robot del IES Hermanos Amorós Roboluti_on Dance I.
Sin duda una gran jornada que compensa las muchas horas –en su inmensa mayoría fuera del horario lectivo– que alumnos y profesores han dedicado a la construcción de estos ingenios y que, al margen de los resultados obtenidos, merecen el reconocimiento de cada uno de los equipos participantes.
