El eterno indignado
Alberto es un hombre que va con los tiempos. Tiene la vida medio resuelta, a pesar de que en su empresa hubo despidos y a tuvieron que reducirle la jornada. A pesar de todo, entre unas cosas y otras sale adelante y llega a fin de mes. Tiene una mujer, dos hijos, un perro y un monovolumen muy bonito.
Además es activo en las redes sociales, siendo Facebook su favorita. También le da a Instagram, a la que sube de vez en cuando alguna foto, sobre todo cuando sale a comer fuera y presume de ese chuletón de buey tan tierno con patatas panaderas y reducción de Pedro Ximénez. Su hashtag favorito es el de #aquisufriendo, cosa que le hace gracia y es su mantra particular.
En Facebook tiene muchos amigos, algún conocido y un par de personas que le han pedido amistad si bien no conoce de nada, una de ellas es una chica que sale solo retratada en biquini en playas de rubia arena y que él jura no conocer, aunque de vez en cuando se le escapa alguna broma para presumir a la hora del almuerzo.
A Alberto le encanta compartir fotos, pensamientos y memes políticos, porque piensa que la vida es muy injusta, que los políticos roban y roban, que él lo arreglaría en un santiamén metiendo a todos en la cárcel. Tampoco debe de ser tan difícil eso de gobernar, pero no hay derecho eso de las pensiones ni que en otros países vivan mejor que nosotros, que en España hemos inventado el turismo, ¡hombre!
Gracias a su teléfono móvil con conexión a internet está al tanto de todo lo que pasa, ya que en WhatsApp recibe información de primera mano de un primo suyo que vive en Murcia y que está muy puesto en cosas de actualidad, de hecho es el presidente de la asociación de vecinos de su barrio y está afiliado a un partido. Alguna vez ha invitado a Alberto y familia un domingo a una comida de hermandad, pero prefiere darse una vuelta por el centro comercial y relajarse comprando.
Alberto, al llegar a casa por las tardes, da un beso a su mujer, le da una colleja al hijo mayor porque lleva mucho rato con la Play, acaricia al pequeño que se entretiene con Bob Esponja en la tele. Entra en Facebook y se indigna, su primo le ha dicho que a los presos le van a subir el sueldo un 46%. Él como como buen indignado, comparte. ¡Ostras! También ha visto que en Finlandia el SMI es de 2.000 euros y aquí no llegamos ni de lejos a 1.000. Pues a compartir. Y de paso, que el alcalde de un pueblo de Ávila tiene a su asistente sin contrato. Pues a compartir.
Facebook le da poder, Alberto es una voz que se escucha, ya que tiene 256 amigos y Alberto va a cambiar el mundo, las leyes, los impuestos y todos serán felices gracias a su manera de entender la vida. Incluso de las fuentes manará vino, y en los parques en vez de cacas de perro podremos recoger almendras garrapiñadas. Alberto, el mundo te necesita.