El feminismo no es una moda, es una necesidad

El feminismo no es una moda, no es algo pasajero o banal, es una necesidad. No es algo de quita y pon, ni ha surgido con el auge de las redes sociales. Es una lucha y una revolución que lleva siglos urdiéndose. Es un grito en pro de los derechos humanos. No va en beneficio de las mujeres y por ello en detrimento de los hombres.

La lucha del feminismo pretende conseguir que, cuando andamos solas por la calle de noche, no sintamos miedo, que prefiramos cambiar de acera cuando nos cruzamos con un hombre o peor, con un grupo de ellos. Significa también conseguir eliminar los tabúes respecto al sexo y al cuerpo de la mujer. Sirve para eliminar la masculinidad tóxica y el machismo, que por supuesto, vulnera los derechos de los hombres, y no hablemos de los derechos de los colectivos LGTBI o los de las personas con diversidad funcional. Sirve para crear nuevos modelos de conducta, para las generaciones actuales y las futuras.

En este país somos iguales ante la ley y aun así seguimos siendo maltratadas física y psicológicamente, prostituidas, perseguidas, reprimidas, violadas, mutiladas, vejadas y menospreciadas. Seguimos siendo juzgadas/os por el aspecto, siendo mujeres objeto y héroes con estreñimiento emocional. Por no hablar de que los asesinatos consecuencia del machismo siguen a la orden del día, con el resultado de familias, corazones y vidas rotas.

El feminismo no es situar a unos encima de los otros, de eso ya se encargan el machismo y el hembrismo. Es todo lo contrario, es aceptación, es empatía, es amor, es equidad,  es un no rotundo al odio y a la violencia. Es una llamada a todas las personas para erradicar el sexismo, el racismo, la xenofobia y las distintas formas de expresión que tiene el odio. Porque, si hay algo cierto en esta vida, es que la revolución será feminista o no será.

Por: Elena Benítez Tomás. Secretaría de igualdad y juventud de la agrupación local del PSOE de Villena