El giro a la izquierda del PSOE
ZP ha obrado el milagro. Por primera vez desde que gobierna, ha logrado que toda la prensa la afín y la contraria coincida al señalar que el PSOE gira a la izquierda tras su reciente Congreso. Lo que pasa, estimada señora, es que en esta ocasión creo que todos han metido el remo hasta el fondo.
Vale que los socialistas terminaron su Congreso puño en alto y cantando La Internacional (no todos, y desde luego no ZP), pero no menos cierto es que las palabras con las que el Gran Líder cerró su intervención fueron algo así como A trabajar
y a consumir, todo un arrebato liberal que, además, vino a ser más o menos la práctica totalidad del espacio dedicado por Zapatero a hablar de economía y del crecimiento invertido de las dinámicas inversionistas, que hay que ver las gilipolleces que dicen algunos con tal de no nombrar la palabra crisis. Y tres cuartos de lo mismo pasa cuando se habla del Testamento Vital o de la regulación de la eutanasia. ¿Eso es de izquierdas? A lo mejor me he equivocado de libros, pero para mí que la esencia del asunto sobre mi vida y sobre mi cuerpo decido yo tiene mucho más de liberal que de socialista.
En cualquier caso, dos son los grandes temas gracias a los cuales el PSOE se ha vuelto de izquierdas: el aborto y la laicidad. Respecto al aborto, la primera en la frente: implantar una regulación basada en plazos y no en supuestos era una promesa recogida por el programa electoral del PSOE en 2004 e incumplida hasta el día de hoy. Y yendo aún más lejos, podemos incluso afirmar que una regulación basada en plazos tal y como existe en muchos países de la UE podría limitar el número de abortos practicados en España, puesto que con la legislación actual no hay límite que valga siempre que tengamos un médico amigo a mano dispuesto a certificar que el embarazo supone un riesgo para la salud mental de la embarazada. Amparándose en ese supuesto, en España se han llegado a practicar abortos a embarazadas de 7 meses, cuando una ley de plazos fijaría el tiempo de gestación máximo entre 20 y 22 semanas. Así las cosas, no creo que regular el aborto y garantizar la mejor atención médica y psicológica a quienes lo practiquen sea de izquierdas, sino que es algo de puro sentido común.
Y respecto a la laicidad, ya te vale ZP. ¿Quitar los tres crucifijos que quedan en algún colegio de pueblo y no jurar tu cargo ante la Biblia es apostar por la laicidad? Pues apañados vamos. Apostar por la laicidad es revocar el Concordato del 79, por ejemplo, apostando por unas relaciones Iglesia-Estado tal y como están establecidas en EEUU, Inglaterra o Francia. O como mínimo, obligar a la Iglesia a cumplirlo, porque hace ya 30 años que se comprometió públicamente y por escrito a avanzar en su autofinanciación y en lugar de llevarse menos dinero se lleva cada día más. Y no ha sido gracias al PP, no. Ni gracias a la COPE. Ha sido gracias al PSOE y a Zapatero, que en septiembre de 2006 y sin encomendarse a nadie aumentó el sueldo de la Conferencia Episcopal pasando la gracia del 0,52% del IRPF al 0,7%, lo cual le agradeció la iglesia montando manifestaciones de Kikos contra el Gobierno y soltándole desde las ondas a todos sus perros mediáticos día sí y día también.
¿Giro a la izquierda? Ni de coña. Esto ha sido un giro de 360 grados para quedarse en el mismo sitio. Y todos han picado.