El Himno 2.0
Ya sabía yo que alguna se iba a liar con mi columna de la semana pasada, señora. Que en este pueblo puede uno escribir sobre lo que sea, incluida la vida privada de las personas, y aquí no pasa nada. Eso sí, si tienes bemoles di que cualquier cosa relacionada con las fiestas no te gusta, y ya verás cómo te ponen.
No es el caso, por suerte, de mi humilde lector A., quien me ha dirigido una carta a través del periódico para hacerme saber su opinión, del todo contraria a la mía pero expresada con respeto y consideración, lo cual le agradezco públicamente. A grandes rasgos, me dice A. que le gustaría que de vez en cuando escribiera algo bueno sobre Villena o los villeneros, ya que piensa que tanto una como otros tiene muchas cosas positivas, aunque solemos darle poca importancia. Y casi me convence, pero ha sido ponerme a repasar mis columnas para cuantificar la lista de damnificados y lo primero que me encuentro es un artículo hablando maravillas de Pablo Domene, Rafa Hernández y Mª Virtudes Gil, con lo cual he descubierto que no sólo de críticas (que también) vive el Aure.
Además, querido A., creo que cierta dosis de crítica es totalmente necesaria en este pueblo tan acostumbrado a mirarse el ombligo. Releyendo tu carta, he llegado a pensar que a algunos no os sobra con los elogios habituales, sino que hay quien desea la unanimidad. Me explico: Basta seguir cualquier medio de comunicación local, EPdV también, para contemplar semana tras semana los epítetos grandilocuentes y esos enormes titulares en plan Rotundo éxito del Mercado Medieval, Tropecientos mil romeros al borde del éxtasis traen a la Virgen en una tarde histórica, En el marco incomparable de un Teatro Chapí abarrotado , No hay nada como la semana gastronómica que organiza fulanito . No sé si me sigues. Lo que quiero decirte es que, hasta llegar a este rinconcito de EPdV, tienes 39 páginas en las que semana tras semana se exalta con motivo más que sobrado en algunas ocasiones, y sin motivo aparente en otras el buen hacer de nuestros deportistas, festeros, asociaciones y demás colectivos, por lo que me parece a todas luces injusto que el árbol de las seis o siete columnas por lo general críticas te impida ver el bosque de la totalidad de un periódico que, como cualquier hijo de vecino, intenta aportar su grano de arena a todas y cada una de las iniciativas que surgen en Villena, incluida la creación del famoso himno, cuya letra ha sido publicada en estas mismas páginas y cuyo título, junto a otros medios, ha sido dilucidado a través de una encuesta en la página web de EPdV.
Si además de todo eso, lo que pretendes es que desde las columnas de opinión se siga aplaudiendo y dando palmaditas en la espalda a todo lo que se menea, pues buena suerte: empezando por El Observador y acabando por Fran J. Ortiz, ahí tienes a un buen puñado de columnistas por convencer. Eso sí, puedes ahorrarte el tiempo de llegar hasta este rincón, porque mi respuesta siempre ha sido (no te creas que eres el primero que me sugiere algo así
) y será la misma, que espero que no se interprete como fanfarronada, sino más bien como declaración de intenciones: escribo lo que creo conveniente cuando lo creo conveniente y sin pararme a pensar en las repercusiones que pudiera tener, más que nada porque que para eso de las repercusiones existe un Código Penal y para interpretarlo están los jueces. Y por más que lo intente, querido A., no acaba de entrarme el himno. Un abrazo.