El horizonte de nuestras Fiestas
En estos días, cercanos a la llegada de la Fiestas del 2010, es habitual que muchas charraícas estén centradas en las Fiestas y en el ambiente surgen preguntas, afirmaciones y opiniones, y seguidamente voy a citar algunas de ellas:
- Puesto que en 2010 finaliza el mandato del actual presidente de la Junta Central, ¿están apareciendo candidatos para las próximas elecciones?
- ¿Están algunos presidentes de comparsas preparando alguna candidatura?
- ¿Hay que hacer cambios importantes en las Fiestas?
- ¿Está bien que en el desfile de la Entrada se produzcan luchas entre los instrumentos que portan los Maseros o que se permitan los corros de los Cristianos con sus hachas metálicas?
- El desfile, para el festero, dura como máximo una hora. ¿Se puede establecer alguna manera de que el buen gusto y el respeto hacia el público espectador sea lo que predomine?
- ¿Se puede evitar que el día 5, cuando arranca la Banda, se formen escuadras improvisadas detrás de la misma y desluzcan su actuación?
- La masificación caracteriza los desfiles villenenses, y yo me pregunto: ¿gusta o cansa?
- ¿Por qué el día 5, mientras desfilan las primeras comparsas, buena parte de las sillas están vacías?
- En el desfile de la Cabalgata: ¿por qué el espectador no aguanta hasta que finalice el mismo?
. ¿Por qué sale tan poca gente en la Ofrenda? ¿Se debiera de cambiar al día 6 y las flores estarían un día más?
Resumiendo, llego a la conclusión de que hace falta plantearse, con seriedad y rigor, cómo mejorar nuestros desfiles, cómo hacerlos menos cansinos, cómo conseguir que festeros y espectadores disfruten de principio a fin. En definitiva, estoy hablando de respeto recíproco.
Imaginemos por un momento que navegamos en un barco de vela: no podemos cambiar la dirección del viento, pero sí podemos orientar las velas en su justa dirección. Por consiguiente, pido a todos los presidentes de comparsas y a los futuros mandatarios de la Junta Central, seriedad, rigor e ilusión en su cometido. Su cargo o puesto supone un acto de servicio y entrega hacia un colectivo.
Abramos pues una puerta a la esperanza, en la cual todos los mandatarios festeros orienten las velas en la dirección acertada, sin esperar nada a cambio, con el objetivo de trabajar por los demás. Villena os lo agradecerá y a lo mejor cae algún premio.
Felices Fiestas a todos y que la Morenica os ayude a encontrar el mejor camino posible que os proporcione paz y felicidad.