Abandonad toda esperanza, salmo 586º
Ya les dije la semana pasada que ni el más incrédulo en temas sobrenaturales tiene excusa para no poder disfrutar de una buena historia de terror, y que no hay mejor ocasión para ello que la inminente festividad de Halloween. Yo les sugiero que la celebren viendo la película de terror española del año: Verónica, el regreso de Paco Plaza tras el cierre (¿definitivo?) de la saga REC que le unió a Jaume Balagueró (y que también estrena en breve: ojo con Musa). Inspirado en el llamado "Expediente Vallecas", única investigación policial que menciona un hecho sobrenatural de la que se tiene constancia en nuestro país, el film relata el supuesto acoso al que fue sometida una adolescente en este barrio madrileño allá por 1992 por parte de una entidad sobrenatural. Plaza toma nota de Chicho Ibáñez Serrador (al que homenajea de forma explícita) y de otros maestros del fantástico patrio, así como del Willian Friedkin de la muy verosímil El exorcista, y a sabiendas de que la mejor manera de ser universal es ceñirse a lo que se conoce de primera mano y mostrarlo como tal, recrea la España del momento; la de la revista Más Allá, el disco Senderos de traición de Héroes del Silencio y el pegadizo anuncio de Centella. Por ello, y al margen de que funcione como un reloj dentro de los cánones del género, muy pocas películas (de terror, al menos) han reflejado de forma tan fidedigna el tormento interior que significa la adolescencia. Una auténtica joya.
Si nos hemos despistado, ustedes y yo, y ya no encuentran Verónica en los cines pero quieren seguir escudriñando en nuestra intrahistoria más tenebrosa, pueden quedarse en casa y sumergirse en las páginas de Preventorio, novela de terror puro y duro que el alicantino Carlos Samper Revuelta ha dedicado al Preventorio Infantil Antituberculoso de Aigües de Busot, hoy un edificio en ruinas cuya efigie todavía atemoriza a los que se acercan a él de forma furtiva en busca de sensaciones fuertes. En cuanto al autor, que debuta ahora en el género después de foguearse en el terreno de la fantasía heroica, tuve la fortuna de coincidir con él hace ya una década en un instituto (pues ejerce de profesor de Secundaria, como tantos escritores de nuestra geografía), y ya supe entonces de su amor por la escritura. Es decir: no es un recién llegado en busca de fama y gloria (normalmente efímeras), sino alguien con una auténtica pulsión por contar historias... Y eso se nota en este relato de atmósfera lúgubre, contado en dos líneas temporales que discurren paralelamente, y con un sentido del ritmo y una capacidad para sugerir imágenes visuales verdaderamente meritorios. No estaría nada mal que Plaza, Balagueró o alguno de sus colegas acabara convirtiéndola en película.
Después de leer esta novela seguro que sentirán curiosidad por saber más de la verdadera historia que se esconde tras los muros del preventorio, verdadero protagonista del libro tanto como el hotel Overlook lo fue de El resplandor de Stephen King. En ese caso, échenle un vistazo al capítulo correspondiente de Se abren las puertas del sótano, que Daniel Valverde Góngora ha dedicado a los casos que han pasado por su programa de radio El Sótano Sellado. En su interior encontrarán también criaturas míticas como los dragones o el monstruo del lago Ness; casos reales que han nutrido películas tan interesantes como El pacto de los lobos, Señales o esa joya a recuperar titulada Fotografiando hadas; y las inevitables visiones de fantasmas, abducciones extraterrestres, posesiones demoníacas... Así hasta completar casi cuatrocientas páginas que no hay que creerse a pies juntillas para disfrutar leyéndolas. Ya si se lo creen, su lectura puede resultar orgásmica.
Y ya que hablamos de programas de radio de temática paranormal, les diré que también disponen del volumen Enigmas y misterios de la España oculta, en el que Eppo Cardelo y Santiago García -responsables del programa de misterio Versión Desconocida dentro del magazine La tarde de Eppo y colaboradores del inevitable Iker Jiménez y su Cuarto milenio- ejercen de guías de un recorrido por la historia sobrenatural de nuestro país, incluyendo casos como el de la Santa Compaña o el de Manuel Blanco Romasanta (al que precisamente Paco Plaza dedicó una de sus primeras películas)... y les dan argumentos, de paso, para justificar que pueden celebrar el Día de Todos los Santos sin que nadie pueda acusarles de venderse al imperio yanqui.
Verónica se proyecta en cines de toda España; Preventorio, Se abren las puertas del sótano y Enigmas y misterios de la España oculta están editados por Dilatando Mentes, Arcopress y Almuzara respectivamente.
