Sociedad

El niño del Vinalopó

A Juani García le viene con frecuencia a la cabeza lo ocurrido ese día y, aunque no estaba presente, lo rememora como si lo hubiera vivido en primera persona tras oírselo contar a su padre una y mil veces, y se pregunta dónde estará ahora aquel niño y qué habrá sido de él después de tanto tiempo.
Ha pasado ya medio siglo y ella, que tenía unos 8 o 9 años, residía con sus padres y hermanos a la salida de Villena, en la Casa del Tío Pere Caparra, en la Avenida de Alicante, junto al antiguo cauce del río Vinalopó. Entonces, aquel modestísimo río era cruzado por una polvorienta carretera que constituía la antigua Nacional 301, principal vía de comunicación desde Madrid hacia Alicante y su playa.

El llanto de un niño, escuchado por el padre de Juani, “Pepe Misino”, que en aquellos momentos se encuentra en el interior de su casa, lo hace salir precipitadamente a la calle, para descubrir sobre el cauce, aturdido y con una herida en el rostro, a un pequeño, de entre 6 y 7 años. Lo recoge y, mientras lo está curando, le pregunta por su procedencia y cómo ha llegado hasta allí. El niño, visiblemente conmocionado, solo alcanza a repetir: “poche”, “poche”.

Una vez avisada la guardia civil, se inician las labores para la localización de algún familiar del pequeño. Los agentes van preguntando a los residentes de las casas colindantes, sin que sus pesquisas arrojen resultado alguno. Pasan los minutos y el misterio se resiste a ser desvelado, aunque pronto, la angustiosa búsqueda de una madre, que a unos kilómetros de distancia comienza a pedir ayuda, arrojará luz sobre lo sucedido.

En un omnibus de la marca “Hispano”, perteneciente a “La Noveldense”, compañía concesionaria desde 1954 de la línea que enlazará durante muchos años y en ambos sentidos, Villena con Alicante, viaja una mujer acompañada de su hijo. Lo hace la tarde de aquel verano de principios de la década de los sesenta del siglo pasado junto a unos pocos pasajeros más, que van sentados, al igual que ella, en las primeras filas. Durante el trayecto y justo en el tramo en que la carretera traza una cerrada curva que cruza el antiguo cauce del Vinalopó, a la salida de Villena, junto a la casa de Juani, el niño, que en aquellos momentos está asomado por una de las ventanillas traseras del vehículo, sale despedido violentamente del habitáculo, sin que nadie se dé cuenta y aterriza sobre el antiguo lecho del río, mientras cansinamente, el ruidoso autobús se va alejando en dirección Sax, hasta que poco después, aquella horrorizada madre, descubra, que su hijo ha desaparecido.

Nota: Se agradecería algún dato que sirviera para localizar al niño protagonista de esta historia, que se cree que vivía en Elda o Monóvar (en la actualidad contará con entre 52-56 años), por lo que si alguien lo conoce, no dude en ponerse en contacto con nosotros a través de [email protected].

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