El nuevo Centro de Día para enfermos de Alzheimer
La Asociación de Familiares y Amigos de Enfermos de Alzheimer de Villena y comarca, junto con las tres administraciones, han puesto en marcha, la semana pasada, un Centro de Día para quienes padecen una enfermedad despiadada e insultantemente cruel. El recuerdo se regala en testimonio de buen afecto. En plural son, en muchas ocasiones los recuerdos, los motores que te conectan con la vida, son íntimos, bonitos y de incalculable valor. Este mal consigue borrarlos arrebatándoselos a su dueño para que no se beneficie nadie.
Resulta gratificante en una sociedad en ocasiones tan distante e individualista que se vayan alcanzando metas o por lo menos se emprenda a todas luces el camino correcto. La labor que el equipo de Gobierno ha llevado a cabo, junto con la Generalitat y el Gobierno, ha sido meritoria. Los tantísimos años de trabajo, bien encauzados y dirigidos, de esta manera, de la Asociación y de todos quienes han aportado tanto y lo siguen haciendo ha merecido la pena, no cabe duda.
Cuando se realicen las jornadas de puertas abiertas, por lo que parece, se podrá comprobar que el Centro de Día, con una superficie de 1.300 metros cuadrados, está perfectamente equipado y preparado para realizar todavía mejor que antes si esto es posible el trabajo que los empleados, con tanto mimo, vienen realizando con los 40 pacientes actuales. No en vano, el papel que juega el cuidador del paciente con enfermedad de Alzheimer es fundamental. El número citado, 40, debe ir en aumento paulatinamente, claro está, ya que las nuevas instalaciones pueden albergar el doble de personas. Cantidad que se podrá multiplicar cuando los medios y los empleados sean los suficientes. El sentido común de la Asociación ha sido, en este sentido, aplastante.
El trabajo, sin embargo, para las administraciones no debe acabar aquí. Debemos de ser testigos, en los próximos fechas, de cómo tanto el equipamiento, el personal y los atendidos así como la llamada Ley de Dependencia para quienes en sus casas necesitan ayuda económica al ser cuidados allí va creciendo notablemente. El tren de la sensibilidad del Ayuntamiento y de la Consellería de Bienestra Social que ha aportado ya una cantidad importante para el equipamiento por lo que se aprecia, va encarrilada por esta misma vía.
La enfermedad de Alzheimer es incurable y terminal y a medida que progresa aparece confusión mental, irritabilidad y agresión, trastornos del lenguaje, cambios de humor, pérdida de la memoria y una predisposición a aislarse a medida que los sentidos del paciente declinan. Y lo peor es que los tratamientos actuales ofrecen moderados beneficios sintomáticos. A lo largo de nuestra existencia vamos dejando lastres, nada es nuestro menos lo que somos capaces de recordar. Por ello es tan importante este Centro, la Asociación y todo el esfuerzo administrativo y burocrático que se está realizando.