El nuevo Plan de Igualdad y Felicidad de Villena propone, entre otras cosas, celebrar el día del orgasmo femenino
Fulgencio Cerdán ha mostrado las dudas del PSOE sobre la segunda fase del Plan de Igualdad y Felicidad de Villena, un documento que pese a la insistencia de Jesús Hernández por aprobarlo en la última comisión informativa, quedó finalmente sobre la mesa porque al parecer el Consejo de Igualdad también tiene dudas sobre el texto.
Cerdán subrayaba que el PSOE no está en contra de la felicidad, de la igualdad y del reconocimiento a la diversidad, pero añadía que no sabemos lo que ha costado la primera fase del plan y ahora nos presentan una segunda en un texto muy denso y plagado de dudas, por lo que pedimos dejarlo sobre la mesa y tiempo para estudiarlo, algo a lo que el presidente de la comisión, Jesús Hernández, se negó hasta tres veces, aunque por sorpresa entró Mari Carmen García en la reunión y le pidió que lo hiciera. Suponemos, añadía, que se empeñó en aprobarlo porque en breve vendrá Mónica Oltra a Villena y querrán presumir de proyecto, y suponemos que Mari Carmen pidió pararlo porque el Consejo de Igualdad, reunido en paralelo a la comisión informativa, también ha debido tener sus dudas, como nosotros.
Recordando que el primer plan partía de una recogida de datos sesgada y no científica, porque se encargaron de hacerlo miembros de los Verdes, lo que suponía eliminar el anonimato y que nadie garantice que no se han incluido encuestas falsas, Cerdán añadía que la segunda fase es claramente irrealizable, muy costosa, aunque no se especifica cuánto, tiene tintes de adoctrinamiento, contempla propuestas que ya se están llevando a cabo e incluso puede incurrir en alguna ilegalidad. En definitiva, añadía, lo que pedimos desde el PSOE es tiempo para estudiarlo y poder separar el grano de la paja.
No es un Plan, es un programa electoral
A modo de ejemplo, entre las propuestas sin cuantificar recogidas por el plan se incluyen: incorporar la perspectiva de la igualdad y la felicidad a todos los informes y estudios redactados por el ayuntamiento; crear una app para mapear el nivel de felicidad de Villena; crear un observatorio de la felicidad y la igualdad, cuando estamos cansados de oír que falta personal en otros departamentos que consideramos prioritarios; destinar un presupuesto específico a todas las acciones relacionadas con este plan sin especificar cuánto, lo que supone firmar un cheque en blanco; exigir en todas las convocatorias de empleo del ayuntamiento formación específica en igualdad, por lo que nos preguntamos si también se exigirá, por ejemplo, para el personal de limpieza; imponer como obligatoria la comunicación inclusiva, lo que acarreará más gasto en formación para el personal municipal; conocer el perfil de diversidad del personal municipal, algo que no entendemos porque a nadie le importa si un funcionario es homosexual o no; discriminación positiva para las mujeres o asociaciones femeninas a la hora de acceder a subvenciones o la cesión de espacios públicos; promover la celebración en Villena del día del orgasmo femenino o fomentar entre las chicas la realización de carreras tradicionalmente masculinas, algo que nos parece muy bien pero que también podía hacerse en sentido contrario
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En definitiva, concluía Cerdán, estos son solo algunos ejemplos de un plan que parece más bien un programa electoral, que contempla algunas propuestas interesantes pero muchas otra que suscitan muchas dudas y que debería poder estudiarse porque trasciende a una corporación y debería aprobarse por consenso, pese a las prisas que parece tener Jesús Hernández. La felicidad, concluía Cerdán, no puede imponerse por decreto, pero a bote pronto entendemos que la ciudadanía sería más feliz si no se le subieran el IBI o el agua o si los equipos de fútbol, por citar un caso, pudieran utilizar La Solana en lugar del campo de césped artificial.