El nuevo servicio de autobús urbano apostará por potenciar el uso y la gratuidad para discapacitados, jubilados y personas necesitadas

El edil de Infraestructuras y Transportes, Pablo Juan Martínez, ha presentado el pliego para sacar a concurso el servicio de autobús urbano, que será aprobado en el próximo Pleno. La actual concesión lleva activa desde 1988, por lo que el pliego incluirá importantes novedades.
Antes de presentar el nuevo pliego, Martínez repasaba la situación actual de la concesión, un servicio deficitario a cuyo equilibrio económico contribuye el ayuntamiento, que aportó 221.000 euros en 2011 y bajó la subvención hasta 190.000 en 2013 después de lograr reducir el déficit del servicio gracias a algunas modificaciones. En la actualidad hay 3 líneas en servicio y 5 autobuses activos, con una edad media de 22 años. Las tarifas son las siguientes: billete sencillo 0,95 euros; bonobús para 10 viajes 0,75 euros, y bonos para jubilados y estudiantes con los que el billete sale a 0,55 euros. Con estas condiciones, se observa una clara disminución en el uso del servicio, que ha pasado de 332.000 usuarios anuales en 2006 a los 166.000 de 2013, lo que refleja “tanto la incidencia de la crisis económica como los cambios en los hábitos de transporte, así como la necesidad de mejorar el servicio”, decía el edil.

Ante esta realidad, se ha elaborado un pliego (fruto de un estudio de la UA) que contempla una concesión de 10 + 5 años en los que la subvención máxima anual del ayuntamiento será de 210.000 euros anuales, aunque contempla un mecanismo de incentivos y penalizaciones que harán variar esa subvención, como el aumento de viajeros, la limpieza de los autobuses o la calidad horaria, extremos que serán supervisados por auditorias externas contratadas por el ayuntamiento aunque sufragadas por el propio concesionario. Además, se exigirá que la edad media máxima de la flota de vehículos sea de 12 años; los nuevos autobuses tendrán una fecha de matriculación inferior a 5 años y deberán estar adaptados a la normativa energética de la UE, pudiendo ser vehículos híbridos que funcionen con biocarburantes.

Las líneas se reducen a dos
En cuanto a las líneas, se reducirán a 2 en lugar de las 3 actuales. La A, que cruza longitudinalmente la ciudad, seguirá ofreciendo el mismo servicio, mientras que se fusionarán las actuales B y AC, que son las que dan un mayor servicio social, recorriendo diferentes barrios y dando servicio a los usuarios del Centro Integrado y el polígono El Rubial. Además, se contemplan dos puntos de “intermodalidad” para poder hacer el trasbordo entre las dos líneas: en los Salesianos y la estación de Renfe del Paseo, donde también se confluirá con el servicio de tren, el autobús interurbano, los taxis y hasta el carril-bici. Ello obligará a hacer una pequeña actuación en la zona eliminando algún aparcamiento para mejorar los radios de giro y permitir la entrada y salida de autobuses.

Tarifas y billetaje
El nuevo servicio contempla un aumento del billete sencillo hasta los 1,10 euros (0,85 comprando un bonobús de 10 viajes, que se reducen a 0,63 euros en el caso de estudiantes y menores de 25 años). También se contempla una tarifa plana muy reducida, de 25 euros por 30 días de uso ilimitado, y la gratuidad total del servicio para jubilados, personas con discapacidad reconocida igual o superior al 33% y familias en riesgo de exclusión. En todos los casos habrá que estar empadronado en Villena y cumplir los requisitos que fije el ayuntamiento.

Además, los billetes serán sustituidos por la tarjeta Móbilis, lográndose así la “integración total con el servicio de transportes públicos de la Comunidad Valenciana”. De momento permitirá usar el servicio de transporte en Villena, pero a medio plazo servirá indistintamente para usar el autobús urbano, los trenes de cercanías o lo autobuses, metros y tranvías de las ciudades de la Comunidad”, concluía el concejal, señalando que “son tres las empresas que se han mostrado interesadas hasta ahora por concurso” y mostrando su confianza en que la contrata salga adelante y no quede desierta. “El sistema está ajustado, pero es viable, y ya se ha implantado en Elda en términos similares”, decía.