Cultura

El Orejón y los Pubs

Me cuenta –nos cuenta– el señor Pepe Hernández, unas páginas más allá en un artículo de opinión, su malestar por el trato que servidor diera hace un par de semanas a la figura del Orejón. Opinión que respeto y labor la pretendida que aplaudo (también que se aproveche la réplica para aportar datos que en gran parte se desconocen). Pero si estuviéramos enfrente, Pepe, y replicaras con tan edificantes argumentos a mis palabras, me vería obligado a decirte: no te vayas por los cerros de Úbeda. Eso mismo es lo que me ocurre cuando frente al futuro Hotel de Asociaciones y Centro Joven no escucho más que la reivindicación del Orejón –que a mí por supuesto no me molesta, al contrario–, cuando deberíamos oír hablar de la funcionalidad e idoneidad de dichas instalaciones. Con todos mis respetos, escuchar hablar del Orejón entonces, y según de que boca provenga –que no es tú caso, sé que me perdonas el tuteo– me parece una cortina de humo que esconde falta de argumentos o necesidad de ganar tiempo.
Dejando la polémica a un lado, no me gustaría despedirme esta semana sin comentar una triste noticia: la Consellería ha remitido un escrito en el que informa de la nulidad del acuerdo sostenido entre la Junta de Gobierno con los locales de ocio nocturno por el cual el horario de cierre se ampliaba una hora, alcanzando hasta las 4:30 horas. Mala noticia ahora que somos un Municipio de Interés Turístico. Me pregunto si no estaremos siendo víctimas de un agravio comparativo en relación a otros municipios. Me pregunto qué reacción tendrán los ediles Montilla y Estevan cuando en su ciudad ni siquiera los negocios privados pueden ofrecer alternativas a la nada. Puede que poco importe, ni siquiera ahora que parece que la palabra juventud le llena la boca a todo el mundo. Ahora que cuando se habla de ocio joven parece inevitable no hablar de minicines –esa gran y única solución–. Me pregunto si el Concejal de Participación Ciudadana, Pedro Miguel Agredas, dará un paso atrás y se lavará las manos dejando que el tiempo haga y deshaga.

Nadie pone en duda la problemática que sufre la juventud en Villena, pero tampoco parece ocurrírsele a nadie estudiar seriamente las posibles opciones y soluciones. Más ahora, ya que nunca ha sido el tema de juventud más transversal en nuestras actuaciones locales: todo lo hacemos por los jóvenes, sobre todo cuando sirven de escudo inocente para refrendar intereses propios. Yo diría, amigos, que esto no es así, no se usa, no se hace así. Puede que algún día a alguien se le encienda la luz y comience a tomar en serio lo que hoy día no es más que un valor de cambio.

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