El otro Tesoro de Villena
Las personas que vean en Villena algo más que una particular ciudad con su castillo y con costumbres apegadas al culto por una virgen, leerán en estas líneas curiosidades de otro de los grandes tesoros que nuestro término posee.
Para mi persona, la colonia de la Sierra de Salinas siempre supuso una gran salida o escapada a la repetitiva monotonía de la urbe, socio-culturalmente limitada y anclada en el mes de septiembre.
Conozco esta sierra relativamente bien. Siendo yo aún un niño, mi padre me hizo afortunadamente partícipe de otro tipo de aventuras aparte de en septiembre hacerme poner una gola calurosa y levantar una pesada cuchara de madera. El cariño y el acercamiento que tengo a esta sierra siempre lo he considerado especial, para mí es mi sierra de salinas, vergel de multitud de especies de insectos, aves y pequeños mamíferos conviviendo con una amplia y larga lista de especies vegetales.
A mis 28 primaveras este lugar tan especial me volvía a sorprender, esta vez con una curiosa planta. Comúnmente conocida como jaguarzo blanco (Halimium atriplicifolia) se mostraba ante mí en el mes de mayo con su majestuosa floración amarilla. Ésta es una planta común en otros territorios de la península, pero en toda la Comunidad Valenciana solamente existen citas en Villena, siendo además muy escasa su población.
En la última edición del Catálogo Valenciano de Especies de Flora Amenazadas, editado por la Consellería de Medi Ambient, Aigua, Urbanisme i Habitatge, se considera a esta especie en un estado alarmante de conservación.
Para mí éste es otro gran tesoro que nuestro término posee, un tesoro botánico que de todos los valencianos solo nosotros, los villenericos y las villenericas tenemos, y al que deberíamos respetar y cuidar. Afectuosos saludos a todos los colonos y a la gente que disfruta y respeta este enclave tan maravilloso.