El pelele
Muchos ciudadanos no damos crédito de ver hasta dónde nuestro alcalde es capaz de aguantar. Estamos viendo a todo un equipo de gobierno de rodillas ante cualquier orden dada por los ediles de VCD. Los Verdes, con su alcalde a la cabeza, se han convertido en un partido testaferro de VCD. Y el PSOE calla y mira para otro lado, sigue en su papel de desaparecido dentro de un equipo de gobierno inoperante y secuestrado por los intereses particulares de VCD. El Ayuntamiento está entrando en una espiral marcada por los personalismos y cargada de odio de estos dos concejales. Y el que tenía que poner cordura, el alcalde, ni da soluciones ni ejerce autoridad alguna.
Richart y Pedrosa le han cogido el pulso a Esquembre, y vemos como éste, una vez tras otra, va pisando charcos. El pasado 17 de Septiembre el propio alcalde firmó un decreto para recurrir el archivo judicial de una denuncia interpuesta por Richart contra Celia Lledó. El juez dictó un auto de archivo al no encontrar delito alguno. Al parecer esta es otra de las torticeras denuncias que interpusieron los, por aquel momento, tránsfugas del PP.
Dictado el auto, hay tres día para recurrir pero, ¿quién recurre? No es el denunciante (el señor Richart), quien recurre esta farsa es nuestro ayuntamiento, y por decreto del alcalde, y con nuestro dinero. Llegando hasta el punto de hacer éste unas penosas declaraciones justificando una vez más su bajada de pantalones ante VCD, mezclando procedimientos judiciales que nada tienen que ver unos con otros, tratándonos a los ciudadanos como tontos. Con este absurdo recurso el alcalde ha conseguido que el señor Richart se libre de poner dinero de su bolsillo, al no tener que recurrir su denuncia archivada. Ahora es el ayuntamiento el que, con el dinero de todos, recurre las denuncias personales de Richart.
Como podemos ver el alcalde tiene lo que hay que tener para interponer un recurso y, así, perjudicar a una concejala de la oposición. Sin embargo, no retirará las competencias al único imputado y acusado por prevaricación en este Ayuntamiento: Juan Richart, a pesar de que la Fiscalía Anticorrupción le solicite siete años de inhabilitación para cargo público. Una vergüenza más que se apunta el debilitado Patxi. Otro sapo más a tragar.
La conjunción de la necedad con la maldad es explosiva, y esta explosión está arrastrando a toda una ideología dejándola en entredicho: la ideología Verde. El ayuntamiento se ha convertido en una escombrera (o esquembrera) y el alcalde debe poner freno a este matonismo encubierto. El miedo a perder la Alcaldía está haciendo que su autoridad desaparezca, y que solo aparezca su potestad. Su aura verde desaparece y asoma el tío de la vara.
Es la imagen de un alcalde pelele, pelele de VCD. Richart, con su saquito de odio, ha contagiado a un alcalde que no sabe por dónde les viene los gorrazos pero sigue tragando.
¿Y el PSOE? Es chocante ver como calla el PSOE (que, como Patxi, traga). Un PSOE perdido en el limbo, y también derrotado y doblegado a las exigencias de VCD. Tenían siete concejales y se quedaron con cuatro. Y van y se ponen gobernar con los Verdes y con éstos. Lo que les pase aún es poco.
Recuerdo aquella frase de Celia Lledó publicada en El Mundo (julio de 2009), cuando estaba sufriendo el acoso y los chantajes que ahora está consintiendo Francisco Javier Esquembre. Nuestra ex-alcaldesa decía que prefiero perder la Alcaldía a no poder gobernar. Esta es la gran diferencia, Patxi: ella lo tenía muy claro y los echó. No admitió ni el más mínimo chantaje, prefirió no gobernar a estar de rodillas.
La altura de miras tiene su reflejo en cada persona. Toma nota, Patxi, es una lección a tener muy en cuenta, todo tiene un límite, de lo contrario la dignidad, la credibilidad
ya sabes.