El plato fuerte
Han vuelto. O mejor dicho, nunca se marcharon los que nos dieron en Villena en aquellos años ochenta su ración de progresía con la actuación de Els Joglars representando Teledeum en el entonces moribundo Teatro Chapí. Han vuelto parapetados en el esbozo de sonrisa de Genci y Eva Belén, concejala de Cultura y Directora de la Casa de la Cultura respectivamente, para agregar otro infinitivo al lema que el Partido Socialista ha practicado durante los últimos cuatro años: Otra forma de ser, otra forma de gobernar. Sí; y ahora aparece: otra forma de respetar.
El próximo viernes 30 de marzo será el inicio de la Semana Santa. Y hete aquí que en nuestra querida ciudad de Villena va a darse la paradoja de que, a la misma hora que por las calles de la ciudad, barrio y paraje de Las Cruces, se esté celebrando el Vía Crucis, a tan sólo unos metros de la Parroquia de Santiago, en la Casa de la Cultura, el señor Leo Bassi mostrará su peculiar forma de entender La Revelación.
Nos parece que después de imponer su talante a diferentes colectivos de Villena: Peña Taurina, afectados por el parking, regantes... han decidido ahora agraviar y provocar a los cristianos y a los católicos que ese mismo día treinta de marzo, Viernes de Dolores, inician su celebración de la Semana Santa. Podríamos argumentar sobre el caché que percibirá el señor Bassi, en torno a las 500.000 pesetas; podríamos abordar el contenido y la baja calidad del espectáculo, pues tenemos amigos que asistieron a su reciente actuación en Petrer y nos han comentado el bodrio; podríamos buscar en internet noticias sobre los antecedentes de este plato fuerte de la programación de marzo de la Casa de la Cultura; podríamos también, por último, preguntarnos sobre si se habrían atrevido a programar una función ofensiva para otras confesiones religiosas, pero con la de temas sobre los que los ciudadanos de Villena hemos de reflexionar antes de ir a votar en las próximas elecciones de mayo, no vamos a contribuir a crear la cortina de humo que para distraernos pretenden.
La ofensiva contra lo católico es de mayor calado y seríamos ingenuos si considerásemos este hecho aislado e inconexo de iniciativas semejantes. Como penúltima muestra, la publicación de unas fotografías en Extremadura, noticiada por su provocación. Publicación subvencionada por la Junta de Extremadura y con prólogo del propio Consejero de Cultura y Patrimonio de la Junta que ha herido sensibilidades.
Los ciudadanos, los católicos, tenemos derecho a exigir respeto y coherencia a nuestros políticos. La coherencia que nos recuerdan las autoridades eclesiásticas. Por tanto, habría que ser coherente y respetuoso para, acaeciendo y propiciando esto el viernes treinta de marzo, plantearse el presidir, dos días después, la procesión de Nuestra Señora de la Esperanza y, en la misma Semana Santa, cuantas procesiones se presenten. Habría que ser coherente y respetuoso para, en mayo, hacer lo propio con la procesión de María Auxiliadora. Y quién sabe si, después de las elecciones, con la del Corpus en Junio y con la de Nuestra Sra. de las Virtudes en septiembre y... con todas.
Valores como el sagrado respeto a las creencias de los demás fueron, entre otros, los que nos enseñaron en nuestro paso por el colegio. Y al hilo de esto, por cierto, fíjense en otra paradoja: Que sepamos, ocho o nueve de los once componentes del equipo de gobierno estudiaron en los colegios católicos de Villena: En los Salesianos, en las Paulas y en las Carmelitas. ¿No les caló la lección?