El Pleno exige a la Generalitat que inicie la rehabilitación de la Electro-Harinera, en la que se comprometió a invertir 3,5 millones
La Corporación Municipal aprobó en la sesión plenaria del pasado jueves, y por unanimidad de todos los grupos políticos, la propuesta de Alcaldía para reclamar al Consell que ejecute las obras de adecuación del edificio de la Electro-Harinera como Museo de la Ciudad, que se incluyeron en el Plan Confianza, con una inversión de 3.445.621euros, pero que nunca llegaron a realizarse.
El alcalde recordaba que la Generalitat Valenciana empezó a licitar el proyecto para llevarlo a cabo, pero se paralizó el proceso cuando las empresas ya habían presentado sus plicas. El pasado verano el gobierno autonómico aprobó una norma que permitía a los municipios donde las obras del Plan Confianza no se habían desarrollado cambiar los proyectos a los que destinar ese dinero si se justificaba por motivos de interés social, decía Javier Esquembre.
Pero el ayuntamiento de Villena ha decidido mantener el proyecto del Museo de la Ciudad por el interés histórico, cultural y turístico del mismo y porque entendemos que puede contribuir al la economía de la localidad, explicaba el alcalde. Así que propuso pedir a la Generalitat que agilice los trámites para que la licitación finalice y las obras comiencen lo antes posible.
Además, y a propuesta del Partido Popular, se solicitará que cuando se adjudique la obra, en caso de que sea por un importe menor del presupuestado inicialmente, se destine el dinero que sobre a la propia obra. Los casi 3,5 millones de euros servirían para la 1ª fase del proyecto, mientras que quedaría pendiente una 2ª fase, de musealización, que prevé una inversión de unos 2 millones de euros.
El proyecto consiste en restaurar la antigua fábrica de harina, convirtiéndola en Museo de la Ciudad, para acoger tanto la amplísima colección etnográfica que el villenense Jerónimo Ferriz logró recopilar a lo largo de su vida y que legó al Ayuntamiento como el Museo Arqueológico José María Soler, ubicado ahora en la Casa Consistorial, que se queda pequeño para exponer los innumerables fondos del patrimonio municipal.
El inmueble, un magnífico ejemplo de la arquitectura industrial del siglo XIX, está protegido como Bien de Relevancia Local y pese a que durante las tres últimas legislaturas todos los gobiernos municipales han apostado por llevar a cabo su rehabilitación, el edificio ha visto cómo el paso del tiempo y la falta de mantenimiento lo iban deteriorando.
