El reconocido pintor alicantino Javier Lorenzo inaugura una exposición en la Kakv
En la noche del pasado viernes la sala de exposiciones de la Casa de la Cultura volvió a abrir un espacio para el arte después de la exposición en homenaje a Pau Lau. La exquisita pintura del alicantino Javier Lorenzo Miralles, ligado a Villena por su amistad con el pintor Vicente Rodes, permanecerá en las paredes de la Kakv hasta el próximo 18 de noviembre. Paisajes, horizontes, gente andando hacia el infinito y una pintura centrada en la poética de la intimidad conforman un conjunto pictórico coherente y sensible.
A las 20:30 horas del pasado viernes 19 se inauguraba esta exposición que trae de nuevo a Villena la obra de Javier Lorenzo, un pintor que lleva con nosotros muchos años de una manera u otra, como indicaba el director de la Casa de la Cultura, José Ayelo. La figura del villenense Vicente Rodes fue recordada con cariño por Ayelo, quien relacionaba el aprecio que muchos pintores alicantinos tienen por nuestra ciudad con la labor del reconocido pintor local. Una estrecha relación que, como manifestaba el director de la Kakv nos hace pensar en los pintores de Alicante como nuestros propios pintores. Muchos de estos artistas, incluido Lorenzo, estuvieron además presentes recientemente en la exposición en homenaje a Pau Lau, organizada por el Banco de Cultura en esta misma sala.
La edil de Cultura, Isabel Micó, recordaba con satisfacción la presencia de Javier Lorenzo en los inicios de la Casa de la Cultura, que este año cumple su veinticinco aniversario. Por todo ello, al hablar de Lorenzo no hablamos de un pintor que viene de fuera, ya que sus cuadros y el recuerdo de su pintura están aquí con nosotros, añadía Ayelo.
Micó se mostraba agradecida con el pintor por haber accedido a exponer en Villena y traer su maravillosa obra a este modesto espacio. En este contexto incidía en la labor que está realizando el Banco de Cultura y artistas como él para que la cultura no muera en estos difíciles momentos, donde a duras penas puede subsistir por falta de apoyos económicos, y mostraba la predisposición de nuestra ciudad a seguir acogiendo las propuestas de este colectivo.
Por su parte Javier Lorenzo destacó la generosidad y amabilidad que le habían demostrado desde el Ayuntamiento y la Casa de la Cultura en todo momento, gestos que hacen que valga la pena dedicarse a la pintura. Aunque no quiso dar demasiadas claves para interpretar sus cuadros, su obra suele contar con personas de espaldas, andando hacia un horizonte infinito bajo un cielo de nubes símbolo de lo inconcreto y lo huidizo, y ligado a la búsqueda de la perfección.
Como escribe Juan Ángel Blasco en el pequeño catálogo editado para la ocasión, la pintura de Lorenzo es una obra fluctuante entre la realidad y la irrealidad, la conciencia y el deseo, la reflexión y la averiguación. Poesía hecha pintura de un hombre culto que propugna el reconocimiento de ciertos valores, el ennoblecimiento de los temas cotidianos.... Sin duda una obra que fascinará a quienes se acerquen a conocerla a la Casa de la Cultura en horario de 18 a 21 horas de lunes a viernes.
