Cultura

El tabaco, el frío y las tradiciones navideñas

Estoy en la puerta del Colosseo exhibiendo mi condición de fumador. Aspiro mi dosis de nicotina en soledad, a cara-perro. Aquí, en la calle, la gente me mira, yo miro a la gente que pasa. Detrás del cristal, mis amigas y amigos charlan acompañando a mi frío vaso de cerveza, cada vez menos frío.
Hoy no hace frío. He salido tres veces a fumar. He entrado dos veces al aseo. Total: entre dieciocho y veinticuatro minutos. Calculo que me he ausentado de la conversación durante una cuarta parte del tiempo. Me alegra haber cumplido los treinta: disponemos de suficientes refugios como para no tener que pisar esos espacios públicos cuyos gastos, gerencia y responsabilidad corre a cargo de sociedades privadas. Al volver a entrar en el local vuelvo a asombrarme: ahora está lleno de niñas y niños: la infancia dentro de los bares y los adultos en la calle: el mundo al revés… Lo que me recuerda, sin venir al caso, haber visto terrazas en municipios cercanos, mientras que en Villena todavía no se ha ampliado la autorización sobre las fechas para la colocación de terrazas (algo que además supondría un nuevo ingreso en nuestras arcas).

Pero dejando a un lado el tema del tabaco y adyacentes, mientras fumo un cigarrillo recuerdo un par de temas que dejé pendientes durante estos largos días en los que no he tenido contacto con ustedes. Reviso mi libreta de notas y encuentro en primer lugar la representación del Belén del Tirisiti. Se trata de un teatrito de títeres que se realiza en Alcoi desde hace más de un siglo. Un espectáculo para público familiar que hoy día producen un conjunto de compañías alcoyanas en el Teatro Principal a lo largo del mes de diciembre. Las entradas se pueden (y se deben) adquirir con anticipación, porque merece la pena el desplazamiento y ustedes, queridas personas, quizás no tengan la suerte como yo de contar con la generosidad de Teresa y Carlos.

Otro evento con el que cada vez cuenta más gente es el de los Autos Sacramentales que se realizan en Las Virtudes con la llegada de los Reyes Magos. La matanza de los inocentes es quizás mi preferido, el que más dramatismo encierra, y al que es más posible asistir al realizarse pasados los compromisos navideños. Las representaciones se realizan al aire libre y en ellas se saborea el poso de las generaciones que han pasado por ellas. Reseñable ante todo es el ambiente que se respira en la Virgen puesto que son muchas las manos que se esfuerzan tanto en llevar a cabo las actuaciones (dirección, interpretación, vestuario, escenografía…), como en la recreación del poblado hebreo.

Por último me gustaría hacer dos breves menciones especiales: una a la Asociación de Belenistas por el trabajo presentado este año y otra para la mini campaña de Teatro Infantil desarrollada con gran éxito de público en la Casa de Cultura.

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