El tren festero
Que un tren que para en el Paseo a las 11 de la mañana un 5 de septiembre fuese tan vacío habla a las claras sobre los hábitos de transporte de los villenenses
El alcalde de Elda, el activo Rubén Alfaro, se reunió en fechas pasadas con representantes de las altas instancias de Renfe con el fin de que a partir del próximo mes de junio las fiestas de moros y cristianos de su población dispusiesen de un amplio servicio de trenes desde Alicante con origen y destino en Elda.
A un servidor, recalcitrante defensor del transporte ferroviario, no puede más que alegrarle que un representante de la ciudadanía apueste fuerte por esta reivindicación. Cosa distinta es que confíe en que, una vez que se consiga, logre captar el interés de los usuarios. Abducidos como están por los coches como principal medio de desplazamiento. Eso por no hablar de la mala ubicación de la estación Elda-Petrer, tan a trasmano. Puedo hablar en primera persona y afirmar que he sido de los pocos que después de las Entradas eldenses del sábado y el domingo he subido a tomar el último tren del día, el Talgo de las diez de la noche. Y daba miedo andar por los siniestros pasos subterráneos de la estación.
Alfaro desearía, y ojalá lo consiga, que los dos días de Entrada haya servicio de trenes antes y después de los desfiles. Servicios de los que se podrían beneficiar tanto los eldenses que tuviesen que trabajar al día siguiente como los turistas a los que el primer edil desea seducir con esta oferta.
Conviene aclarar que hasta el momento el núcleo de Cercanías Alicante-Murcia lleva a cabo servicios extraordinarios con motivo del Sábado Ramblero de Alicante, de la Nit de L´Albà de Elche, de la Cremà de las Hogueras de Alicante y del Bando de la Huerta de Murcia. Esta reivindicación de Rubén Alfaro me trae a la memoria el reciente viaje del jueves 5 de septiembre de Alicante a Villena, en el Media Distancia de las 10.12, con la única compañía de mi apreciado Prudencio López Vicedo. Que un tren que deja en el Paseo de Chapí a las 11 de la mañana de un día como el 5 de septiembre fuese tan vacío habla a las claras sobre los hábitos de transporte de los villenenses y familiares que residen en Alicante.
P.D. Del otro tren festero, de ese dicho tan popular en Villena que afirma que "en fiestas no hay que atascar con nada", de la alegría con que fluye el dinero en todo asunto relacionado con las mismas, sea intendencia, cuotas, trajes, locales, un manto a la Patrona o solidaridad con los que lo necesitan, hablaremos otro día.