El tufo que llega de Vaersa continúa, pero desaparece la Plataforma en Defensa del Entorno y el Medio de Villena

Dentro de 70 días escribiré que los malos olores se han acabado en Villena. Con la aparición de un nuevo equipo de gobierno, curiosamente ya no huele en Villena, la peste que nos inundaba desde que se creó el vertedero de Vaersa ha desparecido, y al mismo tiempo de la plataforma contra los malos olores no se sabe nada, eso sí, dos componentes de aquella plataforma están en este equipo de gobierno, al que las pituitarias se les han secado por completo.
Esto, como decía al principio, lo contaré cuando se cumplan los –tan cacareados– 100 días de gestión que, no sé por qué razón se les deben dar a quienes comienzan a llevar las riendas de cualquier municipio. En estos últimos días la pestilencia ataca igual que en otros días, sin tener en cuenta quién está gobernando Villena, sin saber que no puede haber peste porque hay que darle 100 días al nuevo equipo de gobierno, sin saber que el concejal de Medio Ambiente ha visitado otra planta de reciclaje para ver su funcionamiento, sin saber ni pensar cuál es la procedencia de los camiones con basura, sin saber cuándo puede haber controles, de quien corresponda, sobre la procedencia de las basuras.

Mientras tanto esperaremos 70 días con la peste metida en nuestras narices, cuando el poniente sople, cuando abramos las ventanas para poder conciliar el sueño en estas noches estivales, cuando no puedas hacer nada en contra de estos olores, y todo porque hay que esperar 70 días. Particularmente pondría a los nuevos concejales, estos 100 días, junto a la planta de Vaersa y allí mismo que comprobasen si el segundo vaso tiene licencia de apertura, si existe algún tratamiento en la planta para las basuras, que pidan los papeles y las hojas de ruta a los camiones y sobre todo para que puedan hacer reflexión sobre aquella manifestación, contra los malos olores, de la que todo el mundo se llenó la boca.

No lo voy a decir ahora, esperaré, pacientemente, 70 días para hacer pública esta opinión y otras al respecto, por ejemplo hablaré de la depuradora y sus vertidos de mierda a la Acequia del Rey, de los mosquitos que el jueves 7 de julio nos comían literalmente y sobre los pulgones que inundan los rosales en varios lugares de nuestra ciudad, ya ni les cuento.

Los criterios del nuevo concejal de Medio Ambiente, José Molina, parecen prometedores, como siempre al principio, cuando llegas con ilusión a ocupar el cargo y todavía no te has chocado con la política, ni con los políticos, con la Generalitat ni con los Conselleres… pero bueno, ya les contaré dentro de 70 días, mientras tanto “a joderse tocan” pero, como estamos acostumbrados y hemos hecho de la peste parte de nuestra existencia, el que sienta la peste que se aguante.