Sociedad

El Túnel. 25 años de música, arte y copas

A lo largo de todo el año 2007, Bar – Galería Experimental El Túnel está celebrando su XXV aniversario, 25 años que forman parte, por derecho propio, de la historia de Villena. Por ello, EPDV se acerca hoy a la historia de El Túnel –toda una institución– de la mano de sus responsables: Luis Pérez y Aurelio Céspedes, Luis y Yeyyo, que son otra institución. Le pese a quien le pese.
¿Cómo estáis celebrando el aniversario? ¿Nos podéis adelantar alguna sorpresa?
Luis: A lo largo de todo el año estamos haciendo exposiciones y conciertos, pero faltan algunas sorpresas, como una actividad relacionada con la pintura que queremos hacer en la calle, y también traer más grupos a tocar. Tampoco faltará una gran fiesta, pasado septiembre, para celebrar a lo grande el aniversario.

Vayamos al principio: vivíamos en los tiempos del Cuéntame y Villena era un páramo aburrido sin alternativa alguna para los jóvenes… ¿Qué hacía la juventud entonces?
Yeyyo: Antes del Túnel existían el Alejandro, el Avenida y poco más… Luis: Había alguna verbena en verano, estaban los Marruecos… Los que podían, cogían el coche y se iban a la costa.

Entonces llegaron la Transición y la movida… pero eso sucedía en Madrid. ¿Cómo se vivió en Villena?
Luis: Algunos conocíamos el bar Tabarca, en Elda, y también comenzaron a llegar influencias desde el Barrio (Alicante). Los primeros bares que pusieron música en Villena fueron El Porrón y el Imagine. Fueron los pioneros; con ellos llegó la movida.

De repente, quizá por contagio, hubo una eclosión de bares en Villena –Karma, Amnesia, Merlín…– pero sólo El Túnel y Colosseo han resistido. ¿A qué se debe?
Luis: El primero de los nuevos bares fue El Túnel, en el 82. Después llegaron Colosseo, Amnesia, Merlín, la Mosca, el Vagón Loco… Con el Túnel pretendimos crear un sitio ideal para quedar, y creo que el pedazo de local que tenemos nos ayudó mucho a mantenernos. Yeyyo: Fue así. Abríamos desde las 11 de la mañana hasta las 7 de la noche, y nos convertimos en el punto obligatorio de reunión para la gente de Villena y comarca. Venían estudiantes, profesores… ¡hasta dábamos tapas! Ahora eso es inimaginable.

¿Cambia mucho el panorama de ser uno o dos bares de copas a haber decenas de ellos compitiendo?
Luis: Entonces no había competencia, al contrario. Nos uníamos todos los bares para darle “marcha” al pueblo. Hasta organizamos “La Tentación” (una marca publicitaria de la “movida villenera” publicitada en toda la provincia) para atraer entre todos a gente de fuera. Había muy buen rollo, mientras que ahora hay más frialdad a todos los niveles.

Hablando de competencia, ¿qué os parece la “Zona Cero” propuesta por el PP?
Luis: Tendría que ver qué es eso exactamente. Yeyyo: Yo no sé dónde se creen que están. No sé hasta qué punto hay empresas que piensan que esto es Hollywood. Me cuesta mucho creer que se puede hacer algo así, ni mucho menos pensar que nos vamos a trasladar fuera todos los que estamos trabajando en el casco urbano. Me suena más propaganda electoral que otra cosa.

En un pueblo en el que el que no sabe qué hacer, monta un bar, ¿cómo se os ocurre eso de la Galería Experimental?
Luis: La galería fue una idea de Pepe Francés, “el Cabeza”, concebida antes de llegar nosotros. Era un personaje insuperable. Yeyyo: Y le pegaba el mote, no paraba de idear cosas. Últimamente hablaba de montar otro bar-galería en la ermita de Santa Lucía.

¿Recordáis alguna exposición con especial cariño? ¿Y alguna que os arrepintáis de haberla organizado?
Yeyyo: Una de Pedro Marco, “Naturaleza”, nada más volver él de Alemania, hará unos 23 años. Metimos un tronco de árbol cruzado desde la puerta y llenamos el bar de hojas secas. Luis: Siempre ha habido alguna historia con Pablo Lau, como una vez que entró y se puso a rajar todos sus lienzos… pero en general nunca ha habido conflictos ni malos rollos.

¿Con qué criterio elegís los artistas que exponen en El Túnel?
Luis: La agenda va un año por delante, pero nunca ha sido complicado exponer en El Túnel. Siempre hemos pensado en la gente que no tiene ocasión de exponer en otros sitios. Normalmente se nos ofrecen los artistas y en ocasiones somos nosotros quienes buscamos a alguno en concreto.

¿A quién queréis más, a papá (el bar) o a mamá (la galería)?
Yeyyo: Todo es un conjunto. Hubo una época en que la galería era más pequeña, pero al final la ampliamos al resto del bar. Así le sacamos más partido a todo el local y podemos hacer exposiciones colectivas.

En cualquier caso, El Túnel es mucho más que copas y arte: también hemos visto conciertos, conferencias, discjockeys… y ¡hasta fútbol!
Yeyyo: Creo que todo es lo mismo, saborear una exposición como si fuera una copa o bailar la música del momento… Lo del fútbol es adaptarse a los tiempos, porque los domingos Villena está muerta y es una forma más de atraer a los clientes. Estamos muy orgullosos de haber apostado siempre por la cultura, por la música, por el arte, por las performances, por la Cita, por el Club de Jazz, que nació en el Túnel… Luis: No habrá un local en toda la provincia que haya apostado tanto por la cultura: fuimos los primeros en hacer directos en Villena, llegamos a coordinar exposiciones con la Casa de la Cultura…

Desde detrás de la barra habéis sido testigos privilegiados del paso del tiempo en Villena… ¿Os quedáis con alguna época en concreto?
Yeyyo: Me quedo con todas. Sigo viviendo la barra como el primer día, disfruto igual, porque El Túnel lo es todo para mí. Luis: El ambiente es tan distinto como nosotros, todo evoluciona con el tiempo. Con todo, me quedo con los 80, con la libertad que había, con la forma de salir y divertirse… ahora es distinto. Respecto al Túnel, hubo una época de problemas, con una mala clientela, drogas, etc., y así era imposible funcionar. Decimos reformar el bar y funcionó de maravilla. La calle se llenaba desde la CAM hasta la plaza, hasta venía gente de Altea exclusivamente para conocer El Túnel. Como negocio fue perfecto, pero esa no era nuestra idea de la hostelería. Yo no me meto a tomar copas a un local donde no pueda bailar o estar a gusto…

Del mismo modo, habéis vivido en primera persona la situación de la cultura en Villena. ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?
Luis: Nunca me hubiera imaginado lo que veo hoy en El Túnel. A nivel de Villena, recuerdo los veranos de antes, con actuaciones en todas las salas… Yeyyo: Yo veo todo igual. El nivel del Túnel es alto, la gente sigue viniendo a ver las exposiciones y eso me llena de orgullo, pero sí creo que antes había más gente con inquietudes que ahora. También pienso que tenemos lo que nos merecemos: he visto batallar poco cuando ha muerto el festival de jazz, el de rock, la Traca o el Villenarock… nadie reclama. Villena fue pionera con el festival de jazz, que nació al mismo tiempo que el Festival de Cine de Alfaz del Pi, y ahora mira dónde están uno y otro. A nivel cultural, el trabajo de los políticos ha sido dar una de cal y otra de arena.

¿Os gustaría añadir algo antes de terminar?
Yeyyo: Pues sí. Que estoy un poco dolido. Sería bonito que alguien, desde la administración, nos reconociera todo lo que hemos hecho por Villena, aunque fuera con una simple carta. Somos una empresa modelo que curamos los malos rollos que otros se traen de sus negocios…

¿Os veis celebrando los 50 años de El Túnel?
Yeyyo: ¡Noooo! Espero estar jubilado (risas). Luis: Sí, no sé si dentro o fuera, pero sí. Aunque diga Yeyyo eso, El Túnel forma parte de nuestra vida y no es posible separarnos de él. Aunque nosotros no estemos, si El Túnel sigue abierto, nuestro apoyo lo tendrá. Y celebraremos los 50 años. Por supuesto.

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