Sociedad

El uso para riego del agua embalsada en San Diego pone fin a siete años de conflicto entre gobierno y regantes

La resolución del conflicto que ha enfrentado desde hace años a Gobierno, Consell y regantes a cuenta del trasvase Júcar-Vinalopó podría dar un importante paso adelante en los próximos días. Si se cumplen las previsiones de la Generalitat y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), el primer riego con agua trasvasada podría llevarse a cabo a principios de agosto.
El embalse de San Diego, en Villena, almacena unos seis hectómetros cúbicos de los doce que se trasvasaron en el primer envío en pruebas del Júcar-Vinalopó. Como publicó este periódico en mayo, los regantes están dispuestos a usar dicho caudal para cultivos leñosos y cereales, pero antes debe culminarse el postrasvase -que depende de la Generalitat-.

Análisis
El Gobierno, entonces en manos del PSOE, denunció al Consell en 2011 por cambiar la toma del postrasvase, que debe repartir el agua embalsada en Villena entre los potenciales usuarios de la transferencia. El Ejecutivo reclamaba 37 millones de euros a la Generalitat por alterar el proyecto -se cambió la ubicación de la toma y el grosor de la tubería-, al considerar que no permitía destinar el agua a la generación de energía.

Sin embargo, con el cambio de Gobierno han comenzado al fin a limarse asperezas, y el Ministerio de Medio Ambiente que dirige Miguel Ángel Arias Cañete ha dado la orden de retirar el citado contencioso, que aún seguía su curso en el Tribunal Superior de Justicia. Así lo confirmó el director general del Agua del Ministerio, Juan Urbano, en su encuentro con los regantes del pasado 5 de julio.

Ahora, la Generalitat se afana en terminar los últimos trabajos del postrasvase, que podrían estar listos en unos quince o veinte días, según las fuentes consultadas. Una vez conectada la canalización al embalse de San Diego, el agua almacenada en Villena podría llevarse hasta las fincas que van a utilizarla.

Queda por resolver la cuestión de la calidad del agua, que se ha convertido en el principal motivo de enfrentamiento entre Gobierno y usuarios. El agua de la toma del trasvase en Cullera tiene un nivel de bacterias coliformes superior al permitido para el regadío de cultivos hortofrutícolas y que veta su uso para el abastecimiento. No obstante, el agua almacenada sí podría destinarse a cultivos leñosos y cereales porque las condiciones para éstos son menos exigentes. En cualquier caso, la Junta Central de Usuarios del Vinalopó está a la espera de recibir de manos de la CJHJ los resultados de los análisis practicados por técnicos de la sociedad estatal Acuamed al caudal embalsado en Villena. Según fuentes próximas a la CHJ, aunque los resultados no se han hecho públicos aún, todo apunta a que la calidad del agua permitiría destinarla al uso previsto.

Fuente: ABC
Autor: D. Martínez

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