El valor de la denuncia
Han pasado dos semanas desde que tenía pensado escribiros y así agradeceros la gentileza que tuvisteis al dar difusión a los problemas de accesibilidad que tienen los minusválidos para acceder a los trenes e instalaciones de RENFE en Villena y Alicante. Pero nobleza obliga, y ante lo que me pasado en un segundo viaje que realizamos a la playa, quiero daros las gracias.
El pasado martes decidí repetir la odisea que me hizo dirigirme a vosotros, y ante lo acontecido, me he quedado sin palabras. No sé si lo que voy a relataros se debe al artículo aparecido en El Periódico de Villena denunciando esta situación, o quizás a otra circunstancia que desconozco. Pero lo cierto es que mi mujer se acercó al jefe de estación para conocer en qué vías iba a parar el convoy (en dirección a Alicante) y, ante nuestra sorpresa, al ver a mi hija en la silla de ruedas, cambió la vía de entrada del tren hasta el andén más cercano. Poco después, dentro del tren, todo fueron atenciones por parte del personal de RENFE y ya en Alicante el tren paró en las vías adecuadas para el acceso de minusválidos.
A la vuelta, al entrar en la estación de Alicante, la misma persona que la semana anterior no me hizo ni caso, se acercó para abrirme el paso al andén donde iba a parar el tren, preguntándome si había pedido el elevador para la silla de ruedas. Al responderle que desconocíamos esa posibilidad, ella misma corrió para traer el elevador hasta la puerta y ayudar a subir a mi hija. Pero el día aún nos iba a deparar más sorpresas Ya de vuelta a nuestra ciudad, preguntamos al revisor dónde pararía el tren en Villena, y éste viendo a mi niña en el carro, corrió, supongo, para pedir a Villena que el tren entrase por el arcén donde lo cogimos por la mañana. Al llegar, nos ofrecieron ayuda incluso para bajar del tren.
Ante todas estas circunstancias, tan diferentes a las vividas antes de hablar con vosotros, me he decidido a escribiros para daros las gracias. Como decía al principio, no sé en qué porcentaje habéis ayudado a mi familia en general, a mí particularmente y a todos los minusválidos usuarios del tren, a solucionar el problema que tenemos. Pero solamente por haber tenido esta gran atención y permitirnos utilizar un espacio en el mejor periódico de Villena, GRACIAS.