El verano ya llegó
Con la aparición de los platos de caracoles y habas en las terrazas, las fiestas de los barrios, el anuncio de los Cursos de Verano, el nerviosismo por los exámenes finales, el número de corte en las actividades de verano, la inauguración de la piscina municipal no cubierta y el cambio de talante en las frases relacionadas con el calor del estoy deseando al qué asco, podemos decir que en Villena ha llegado la época estival. Llega el calor en verano y los días son más largos, como decía hace años nuestra elocuente vicepresidenta y ya no dice.
El presente verano, si me permiten, comenzó con las actividades del Barrio de la Paz, que este año se respaldan junto a las del resto de barrios con el programa La Kakv en la Calle. Una nueva estructura que pone en marcha nuestra Casa de Cultura para articular la mayoría de actividades infantiles veraniegas. Una fórmula novedosa en nuestra ciudad que rompe con el goteo informativo y nos permite descubrir las propuestas planificadas a lo largo de todo el verano, lo que no quita que sean promocionadas individualmente a medida que vayan llegando. Me parece una buena estrategia en cuanto a que prescinde de un factor sorpresa realmente innecesario, y nos permite tener una visión global de las actividades que se desarrollarán en la ciudad durante los meses de verano. Y que pese a discurrir tangencialmente sobre las celebraciones de nuestros barrios, se perfila como una de las fórmulas posibles para unir sin mezclar el protagonismo de cada barrio, coordinados con el resto de actividades veteranas en nuestros veranos villeneros. Actividades por ejemplo como la que este mismo viernes se realizará a las siete y media de la tarde en el Patio Festero colaborando con nuestro Club de Jazz de las Mil Pesetas: un concierto de canciones infantiles en clave de jazz que retoma la apuesta que hace un par de años buscó acercar la música jazz al público infantil. Por otro lado nos encontramos también este fin de semana y en el Patio Festero con el II Festival Flamenco Tesoro de Villena, apadrinado por el cantaor Raúl Micó, ocasión singular para disfrutar de este arte declarado Patrimonio de la Humanidad, que afortunadamente cada día tenemos más cerca.
Y es que el verano ya llegó. Y basta con echar un vistazo a la oferta cultural de nuestra ciudad para darse cuenta del enorme trabajo que supondría la coordinación de actividades y recursos entre las concejalías, instituciones y asociaciones involucradas, para entrever el enorme trabajo que sería necesario realizar para lograr un óptimo programa conjunto. Un producto difícil de conseguir, pero no imposible porque contamos con todos los elementos esenciales. Solo, y es mucho, hace falta voluntad, coordinación, y una pequeña chispa, para que los veranos en Villena sean un reclamo y un referente.