Elucubraciones sobre el CJMP
Comenzaré por aclarar qué es eso del CJMP aprendí hace años de un inspector de educación una gran lección: cuando ante su reclamación yo respondía con siglas la titulación que había obtenido, él contestó las siglas son como los cuernos, sólo las conocen quienes los ponen.
Pues bien, las presentes siglas no son otras que las del Club de Jazz de las Mil Pesetas, asociación que el pasado viernes celebró en la Troya su décimo aniversario con la actuación de Enjazzatts Big Band junto con el villenero Juan Ramón Marga. Para continuar, me gustaría aclarar la acepción que recojo al hablar de elucubraciones, que no es otra según el DRAE, que la de elaborar una divagación complicada y con apariencia de profundidad. Como bien pueden suponer, los términos divagar y aparentar profundidad no dotan a esta columna de excesiva potestad aseverativa.
Pese a ello me permito ser osado y comentar a grandes rasgos aquello que está en muchos pensamientos y en pocas bocas: cuál es el futuro de este nuestro club. El mismo Alfonso Querol, viene repitiendo ya durante unos meses, también durante su discurso inaugural del aniversario, que su labor como presidente eufemismo de la gran cantidad de tareas que asume toca ya a su fin. Cualquiera de quienes ocupen una posición similar en una asociación son conscientes de que tal momento llega, de que una persona no puede ni debe ser imprescindible para el buen funcionamiento de ésta. Pero no es menos cierto que quienes rodean al líder, elegido democráticamente por supuesto, se dejan caer sobre su espalda aportando poco más que ayudas puntuales al listado de tareas que se han de llevar a cabo para que la asociación continúe avanzando y alcanzando sus objetivos. Me temo que una vez más, en este CJMP nos encontramos con tan típico conflicto. Y si bien los socios y socias del club aportan una cantidad económica mensual para su funcionamiento, me temo que el club una vez que el Sr. Querol tome su última decisión, va a necesitar mucho más que eso de sus componentes. Acción necesaria para reconocer el trabajo que el actual presidente ha realizado no sólo para sus socios, sino para toda Villena, y diría más, para toda la provincia, para muchos de los músicos que han tenido la oportunidad de conocer nuestra ciudad y de continuar mostrando su arte.
Escribo estas palabras porque no creo que baste con jalear y aplaudir a este trabajado presidente negándole su marcha en pro de nuestra comodidad. Las escribo porque yo, como Alfonso, también creo que va llegando la hora de tomar el relevo por difícil que pueda parecer, que lo es y de continuar empujando hacia delante esta propuesta que tanto nos ha aportado, que no sólo musicalmente.