Embajadas y Conversión, tema de la tercera mesa redonda de ENTREFIESTAS

Después de un almuerzo villenero en el Patio de la Casa del Festero, dio comienzo la tercera y última mesa redonda preparada para este fin de semana pasado. Con el tema de “Embajadas y Conversión”, la mesa moderada por Ernesto Pardo contó con Jorge García, Pascual Torres, José Antonio Esquembre y Antonio Pardo como ponentes.
Más de dos horas y media duró esta mesa redonda que por los puntos expuestos parecía iba a ser breve, pero la aparición de nuevos temas a tratar, propuestos por José Antonio Esquembre, hizo que el debate durase este largo espacio de tiempo. Más que preguntas, por parte de los asistentes se manifestaron puntos de vista y esto hizo que la proposición para quitar a las comparsas de Moros Viejos y Cristianos la potestad de presentar los embajadores, para las embajadas de los días 6 y 8, se extendiese demasiado. La necesidad de una mayor profesionalidad por parte de los Embajadores, con el fin de conseguir más proyección para la ciudad a través de las fiestas de Moros y Cristianos, fue el tema donde hubo más diversidad de opinión entre los ponentes.

La desaparición de los tradicionales Embajadores en el año 1984, permitió a las comparsas anteriormente mencionadas retomar el protagonismo en las embajadas, siendo aplaudida esta medida por el resto de las comparsas, que de alguna manera se liberaban del trabajo que supone buscar embajadores entre sus socios. A partir de este momento, Moros Viejos y Cristianos crean una escuela para futuros embajadores (una cada comparsa), para formar de esta manera a jóvenes que actualmente representan la Embajada Infantil, y que garantizan la continuidad de las figura de embajador para años venideros.

Recoger ahora los frutos del trabajo que se hizo en aquellos años, es lo que pretenden algunos –comentó alguien del público–, e incluso se cuestionó la posibilidad de que si se quiere profesionalidad, se contrate una compañía teatral, y seguro que mejoraría la Embajada, pero el sentimiento festero no se manifestaría en estos actores como en los “amateurs” locales, que poco tienen que envidiar a los profesionales. El nivel a que han llegado nuestras embajadas y el acto de la “Conversión del Moro al Cristianismo” –que son punto de apoyo en que se basa el Ayuntamiento para conseguir la catalogación como Fiestas de Interés Turístico Internacional–, es el punto a debatir, viendo los resultados de la mesa, que dejó una pregunta en el aire: ¿si no existe ningún problema, en las Embajadas, y han llegado a la altura en que se encuentran, qué hay que debatir?