En busca de la medalla perdida
El equipo de gobierno de Villena, que siempre ha renegado de su descripción como tripartito desde el minuto cero han preferido coalición, asumiendo sin discusión alguna (ellos sabrán por qué) las tesis del PP respecto a lo despectivo del otro término, avanza hacia la culminación de la legislatura convertido en más tripartito que nunca (cuatripartito, en realidad, si dividimos a VCD entre Pedrosa y Richart).
Pese a que, de puertas para afuera, se intente dar una imagen de normalidad, las diferencias entre los diferentes partidos son cada día más visibles, hasta el punto de que a menudo trascienden públicamente señales inequívocas de que, especialmente Verdes y PSOE, tienen las próximas elecciones en su punto de mira y el recelo se incrementa a cuenta de quién se pone qué medalla, episodios cuya frecuencia va en aumento y que amenazan con enturbiar un último ejercicio que, merced al control de la situación financiera y gracias al impulso de los proyectos e inversiones que se van a llevar a cabo, se presumía en principio tranquilo y sin grandes sobresaltos.
Al episodio del curso de gastronomía intercultural, con calentón de Fulgencio Cerdán incluido, siguió casi sin solución de continuidad el enfrentamiento dialéctico entre Urbanismo y Policía (Carlos Beltrán, PSOE) y Casco Histórico (Mercedes Menor, Verdes) a cuenta del tapiado del solar municipal en la calle Padre Oliver, donde sucedió más de lo que se publicó, ya que ambas partes optaron por dejar en privado documentos que en principio iban a hacerse públicos para defender sus propias razones y argumentos.
Apenas unos días después, las ausencias de la propia Menor (justificada) y de Juan Richart (unas incomprensibles vacaciones aceptadas por el alcalde que podían haberse pospuesto algunos días sin problema alguno) volvían a marcar diferencias entre un PSOE cansado de repetir a quien quisiera escucharlos que el equipo de gobierno ha hecho el ridículo en el Pleno y unos Verdes que miraban para otro lado y preferían culpar al PP (???) por haber ejercido una mayoría servida en bandeja de plata por la falta de previsión de Javier Esquembre.
El último episodio de este aparente divorcio ha llegado a cuenta de las noticias sobre las lanzaderas de la estación AVE. El pasado viernes, desde Alcaldía se decidía transmitir a través del Gabinete de Prensa un comunicado informando de que Villena había recibido una petición formal de Alsa para autorizar una nueva parada de bus en la estación AVE. Era un escrito aséptico, de tono institucional y meramente informativo, pero despertó el recelo de los concejales del PSOE (que tanto a nivel de ayuntamiento como de partido están trabajando mucho este asunto), que se presentaron en Alcaldía para pedir explicaciones sobre dicho comunicado.
El lunes, Benidorm autorizaba la lanzadera y pedía su inmediata puesta en funcionamiento, utilizando EPdV sin mayor intención una imagen de archivo donde aparecía el alcalde de Benidorm reunido con Fulgencio Cerdán y Pablo Juan Martínez. Tampoco cayó bien esa foto, en este caso en Los Verdes, que entendían que de este modo eran los concejales del PSOE quienes capitalizaban el éxito. Para rematar el asunto, este miércoles comparecía el propio Martínez para informar sobre el particular, encargándose de subrayar el papel del PSOE, en una rueda de prensa que empezó casi 20 minutos más tarde de lo previsto ante la anunciada presencia de Mercedes Menor (nadie sin foto, parece ser la consigna), presencia que finalmente, y sin mediar más explicación, no se materializó.
Como comprenderán, lo que hagan o dejen de hacer ambos partidos es algo que me la trae al pairo, pero como contribuyente, sí me permitiría aconsejarles que hagan caso a las voces sensatas que hay en ambas aceras y se dediquen a trabajar unidos y dejarse de pelear por medallitas y fotos, porque aunque no se lo crean, los ciudadanos somos más listos de lo que parecemos y sabremos poner a cada uno en su justo lugar cuando lleguen las elecciones.