En persona
Abandonad toda esperanza, salmo 317º
Uno de los mayores placeres que depara asistir a unas jornadas como Unicómic es el de descubrir autores que hasta el momento te habían pasado inadvertidos. Para el que esto suscribe, y aunque no nos visitó en persona, Marc-Antoine Mathieu fue la gran revelación del presente año. Aunque tengo que reconocer que cuando me disponía a asistir a la conferencia en cuestión pensaba que el ponente Lilian Fraysse sería una francesita menuda y arrebatadora a lo Amélie Poulain o lo Coco Chanel (o sea, a lo Audrey Tautou), y finalmente me acabé dando de bruces con un señor hecho y derecho. Pero mi decepción se esfumó cuando Fraysse comenzó a hablarnos de la obra de Mathieu con pasión y erudición, y nos puso los dientes largos con la serie protagonizada por Julius Corentin Acquefacques, que difícilmente se podría editar en un país como el nuestro donde no hay una industria que sustente la elaboración de álbumes en los que se experimenta con el lenguaje del cómic mediante troquelados, viñetas recortadas y demás recursos técnicos que hacen de cada entrega casi un libro pop-up. Fraysse nos recordó que un par de obras de Mathieu sí están disponibles aquí: para empezar, la premiada Dios en persona es un fascinante relato acerca de la posibilidad de que el mismísimo Dios se presente ante sus criaturas y todo lo que ello conlleva, como el circo mediático que se monta alrededor de su figura. A esta espléndida novela gráfica, una de las más interesantes de los últimos años, se suma ahora 3 segundos, donde el autor galo vuelve a explotar los límites de la narrativa secuencial en un relato sin diálogos repleto de misterios y donde parece dilatar el tiempo: jamás tres segundos dieron para tanto. Un tour de force para deleitarse tranquilamente, tanto de su versión en papel como en la digital, y que hay que verlo para creerlo.
El que sí vino en persona fue Ángel A. Svoboda. De primeras, otra decepción: con ese apellido yo me esperaba a un serbocroata de dos metros y pico, veterano de la guerra de los Balcanes, y me encontré con un tipo de más o menos mi edad, no muy alto, con gafas... y, además, alicantino. También se lo perdoné cuando presentó a los asistentes sus Secretos arcanos, un tebeo divertido y desenfadado que bebe del universo ominoso de Lovecraft (que, a este paso, se va a convertir en el escritor más influyente no ya del terror, sino de la cultura popular) para ofrecernos las peripecias de un par de curiosos detectives de lo sobrenatural, en lo que viene a ser uno de los mejores cómics para todos los públicos que he leído últimamente. Y cuando digo "para todos los públicos" no quiero decir "infantil": apostar por un argumento fácil de seguir y buscar un humor blanco que no ofenda a nadie no implica que el producto resultante esté destinado única y exclusivamente a los más pequeños. Para entendernos: Phineas y Ferb es para todos los públicos; Dora la Exploradora es infantil. Pues este Secretos arcanos, un Phineas y Ferb meet Hellboy repleto de homenajes a las películas y los cómics que más nos gustan, convierte a Svoboda en el más digno heredero del Jan de Superlópez (leer esto y acordarse de joyas como El señor de los chupetes o La caja de Pandora es todo uno)... sin necesidad de tener que esperar, Dios no lo quiera, a que Jan se muera.
En cuanto al año que viene, todavía es pronto para adelantar nada, pero me consta que existe la intención de traer, esta vez sí, a Mathieu en persona. Y que alguien como Lilian Fraysse, también en persona, nos lo presente, aunque eso suponga quedarnos otra vez sin Audrey Tautou.
Dios en persona y 3 segundos están editados por Sins Entido; Secretos arcanos: La maldición del tentáculo moteado está editado por Dibbuks.